lunes, 16 de julio de 2012

VUELVO POR LOS ABRAZOS, NO POR LOS DECRETOS


No me he muerto aún, ni he desaparecido del mapa. Sólo que a veces uno necesita un respiro, cambiar de chip, aislarse un poco para ir digiriendo acontecimientos que sobrepasan, con velocidades de vértigo, las acostumbradas previsiones. Se me casó una sobrina en Ibiza y nos reunimos, por vez primera, una larga familia desperdigada por los rincones universales. Ese mismo evento coincidió con la victoria de España en el Campeonato de Europa y los incendios comenzaban a generar el pánico por los bosques del Levante.

Y mientras los días continuaban las noticias sobre las primas de riesgo, las subidas, los ajustes, los recortes desafortunados y por decretos, que menosprecian las consultas, han mermado mi ánimo, y no me avergüenzo de reconocerlo. Mis años de cotización se tambalean tras estar meses trabajando y sin cobrar y las expectativas son grises, como los cielos que nos regalan los mercados. Así las cosas todavía no flaqueo, por más que se me remueven las tripas con tanto disparate, como el aumento del IVA a techos históricos. calculando los autores que van a recaudar más. Y equivocados están, pues el cierre de empresas y el escaso consumo no invitan a mejores cosas.

Lo mejor de todo es que la vida sigue, pues aún no existe el decreto que nos mate por aburrimiento ni por decisión ministerial. Por eso, porque la vida continua, más rabiosos, menos calmados, menos intransigentes pero todavía cuerdos, he decido retomar el blog para que ejerza de autodiván, pues le necesito tanto a él como él a mí; y de paso para aquellos que, aún no cansados, degusten compartirlo. Cómo me gustaría a veces embarcarme en un avión para ver los problemas empequeñecidos, las gentes, las casas, las cargas policiales lejos, muy lejos, como quien no quiere la cosa. Cómo me gustaría a veces desaparecer de las listas, de los bancos, de los registros.

Pero como aun me quedan algunos besos que recibir y otros muchos que dar vuelvo a la tierra, la misma que nos vio nacer, la misma que nos hace sufrir y la misma que tendremos que rehacer. Nada es más importante que un abrazo y si es compartido, más milagroso que los aplausos de una Cámara Baja. Hasta que las porras nos separen. Y no me lo quiero perder.

Música sugerida: MIRA LO QUE TE HAS PERDÍO. Diana Navarro

5 comentarios:

  1. Ya teníamos ganas ya, leer lo que escribes siempre es gratificante gracias y un abrazo siempre fuerte y sin IVA

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  2. yo también tengo ganas de volar y verlo todo desde arriba...
    feliz fin de semana desde
    karmucaycuquino.blogspot.com

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  3. Pues claro que si Juanjo. De momento nadie nos va a quitar los problemas, pero tampoco nos dejemos quitar las alegrías, las ganas de vivir, las ilusiones y las esperanzas. A veces las noches se hacen largas, pero hay tanto que poder hacer en esas noches. Aquí te dejo mi abrazo.

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  4. Coño que razón tienes... Pues nada ànimo a todos..

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  5. Mira que tratar de desaparecer sin aviso, eso está muy mal Juan José, me alegra que hayas recapacitado y que nuevamente nos obligues a pensar, con tus reflexiones.

    Todo está pésimo, pero es justamente de las crisis de donde surgen las maravillas que dejamos dormir en nuestro interior, mirar desde lo alto el caos o tratar de huir del mismo, no soluciona nada, presentar batalla es vivir y, para eso estamos sobre esta tierra.
    Te mando un gran abrazo.

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