domingo, 9 de octubre de 2011

CARTA A MI CUÑADA

Guapísima cuñada: hoy ha llegado tu suegro a casa para comer, como todos los días laborales. Entra con quejidos de muerte, que si se tenía que haber quedado en casa, que tiene un mareo que no se ve, que la angustia no se le pasa, que no va a comer y que no sabe por qué ha venido.

El muchacho, sin rechistar y después de avisar que le ponga la Paqui una mijitica pa probar, se zampa una plato de fideos a rebosar, no perdonando ni esos fideícos rebeldes que se resisten a ser recogidos por la cuchara.

Luego absorbe un cuenco de gazpacho andalúss, que quedaba de restos.

De inmediato le echa mano a unos cuantos boquerones recién fritos y que estaban de muerte, más que él.

A continuación engulle dos rodás de pan con chorizo de león, con especias y picante, comprado de la Feria del Campo.

Le acompaña un trocico de queso de cabra de la misma procedencia ferial.

De postre se despacha con dos tajaícas de melón que reprocha que está maduro, pero perdona su aspecto por su excelente dulzor, no dejando ni las semillicas, que podían haberle servido para secar y plantar.

Para regar lo boca degusta media cerveza alemana y dos culicos de vino.

Limpiándose la boca traga dos galletas de nata "Chiquitín" para no tomarse el café solo, regado éste por una chorraíca de coñá.

Se le invita a un rollico de vino pero dice que no quiere engordar.

Encantadora Amparo, yo me quiero morir como él. ¡Que nos entierra a todos!


Música sugerida: SOMEONE LIKE YOU. Adele

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