jueves, 21 de enero de 2010

UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE

Cualquiera diría que la frase del título está ya pasada de moda y no es así. Sigue siendo además muy necesaria. Cambiar el mundo es todavía posible, pero no esperemos milagros de las intenciones gubernamentales, siempre preocupadas más de los índices de producción y rentabilidad económica. Los problemas de hambruna, enfermedad, desidia, catástrofes y amnesia social serán siendo elementales y básicos, pero prioritarios.
Afortunadamente cientos de miles de personas siguen preocupándose y se desviven por el prójimo, aportan sus energías y su tiempo, dan calor a los helados, mejoran míseras condiciones de vida y se entierran, si es preciso, con los indefensos llegado el caso.
Cooperantes internacionales, ONGs, Greenpeece, Amnistía Internacional, Cruz Roja, cuerpos de bomberos, colonias de estudiantes, maestros, arquitectos, periodistas, sociólogos, eclesiásticos, ateos. Gentes de cualquier condición y geografía, raza, creencia, sexo y más allá de las banderas, las ideologías y los territorios encadenan esfuerzos para rescatar a un moribundo, educar a un analfabeto, curar un sarampìón o dar el mejor de los alientos en esos paraísos desamparados por el olvido.
Muchos de ellos, solidarios sin nombre, se quedan en el empeño. Son asesinados en cualquier emboscada, son secuestrados, enferman o mueren en su solitaria agonía en medio de la selva, el desierto o la nada.
Estos gestos, que no llevan palabras escritas ni testimonios para la galería, son los que cambian el mundo. Porque, aunque no sean noticia contagian, seducen, sensibilizan y están llenos de amor y generosidad a cambio, absolutamente, de nada.
Hoy quiero expresar, en este humilde blog, mi admiración y lealtad a tanta gente anónima que, sin hacer ruido ni alboroto, se dejan la piel en el camino, el alma por los rincones y hasta la vida en ocasiones por seres que no tenían necesidad ni de conocer, ni tampoco de ayudar. Sin embargo se implican tanto que, el mundo real y absurdo, aunque no cambie, acaba siendo un poco mejor con su entrega y su trabajo.
Mi sugerencia musical no se encuentra en "Los Cuarenta Principales". Procuro rescatar joyas musicales perdidas u olvidadas, tarea en la que cuento con la colaboración de mi hermano. Porque la buena música es universal y tampoco conoce fronteras. Ésta que ahora podéis escuchar de una cantautora vasca es del año 1970. Casi nada. Y, como pasa muy de costumbre, resulta bastante desapercibida por la gran mayoría.
Besos a Armonía, mi sobrina, que está en Jinoteca (Nicaragua), a mi amiga Mar que se encuentra en Tokio, a Losang, otro sobrino, merodeando las calles de Sanghai y un fuerte abrazo a María, que se fue hace años, como tantas otras, surcando espacios y no ha vuelto a regresar.

1 comentario:

  1. Y tú con tus hechos y con tus palabras que muestran verdades grandes con palabras sencillas.

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