viernes, 5 de febrero de 2010

EL FINAL Y LA ESPERANZA

Profeso un profundo respeto a las creencias, opiniones, ideologías y religiones de las personas. Cada individuo es un mundo y sus circunstancias y cada cual se forma sus propios criterios. En cambio yo, en materia religiosa soy agnóstico. Perdonarme los creyentes por ello. No me considero ateo porque éstos niegan la existencia de algo, ese ente misterioso que llaman Dios. No sé a ciencia cierta si existe o no, tal es mi ignorancia. De modo que no tengo ese dogma de fe.
Soy consciente que el ser humano, sabiéndose limitado como lo somos y sin respuesta a las preguntas inalcanzables, necesita sustensarse en una esperanza. Necesitamos perpetuarnos en el tiempo y en el espacio, prolongar nuestra existencia. Realmente es triste acabar una vida y no encontrarnos nada.
Pero son cosas distintas la realidad y el deseo. El que necesitemos creer en algo no es lo mismo que exista ese algo, esa esperanza. El deseo de no sentirnos solos en esa hora de la verdad no garantiza que un ser superior nos acompañe, nos guíe y nos cobije en un paraíso de luz. Nadie de los que se fueron han vuelto para contarnos nada, y eso que amigos que se me fueron prometieron darme alguna señal tras su adiós definitivo.
Por lo tanto no me preocupa tanto el tema. Creo que la vida, ésta, sigue siendo tan hermosa que merece la pena vivirla con todo el entusiasmo. Pero yo no espero nada, y no por ello me atormento y desespero. Estimo que hay que vivir con intensidad, generosidad y la mayor honestidad posible. Dar sin recibir, entregarse sin esperar. Si luego, amig@s míos, hay algo y ese Dios nos recoge encantado de la vida. Ojalá haya premio. pero si no lo hay no sucumbamos en el sueño.
Si luego tengo un encuentro con Dios le diré gustoso "encantado de conocerle, realmente es un alivio". Estoy seguro que cuando llegue mi final con el rabillo del ojo iré buscando alguna luz en el túnel oscuro. Será, al fin y al cabo, el momento de la gran pregunta que aún no se ha contestado. Y me temo que la respuesta, en cualquier caso, la encontraremos estando solos, desnudos de alma, y será tan personal como intransferible.

1 comentario:

  1. Como usted dice, algo debe de haber pero QUE, el alma exsiste y cuando hago algo mal ella me lo recuerda sera eso DIOS.

    ResponderEliminar