No existiendo secretos entre ellos y ellas decidieron dar un paso más en sus aventuras y rozar el misterio del morbo. Así que, en una ocasión se fueron en el coche los cuatro hacia un paraje tranquilo y solitario. Después del picnic una pequeña siesta y tras la siesta pensaron que había llegado el momento, ese que alguna vez habían soñado pero jamás habían dicho.
Una de las parejas ocupaba los asientos delanteros y la otra los de atrás. Después de los preámbulos de los besos y las tontunas comenzaron las caricias, y los fuegos encendidos fueron excitándose conforme se escuchaban mutuamente.
Lo que ahora cuento es que, a veces, las parejas están confundidas o equivocadas. Pues la chica del asiento primero tiritaba por el chico de atrás y él sentía algo parecido, de esos amores imposibles, con esa joven mujer. Tenían un feeling especial aún manteniendo muy a gusto sus relaciones con sus respectivas parejas.
Lo que ahora cuento es que, a veces, las parejas están confundidas o equivocadas. Pues la chica del asiento primero tiritaba por el chico de atrás y él sentía algo parecido, de esos amores imposibles, con esa joven mujer. Tenían un feeling especial aún manteniendo muy a gusto sus relaciones con sus respectivas parejas.
El caso es que ella, la del asiento delantero, mientras cabalgaba encima de su novio tenía frente a sus ojos al chico por el que susurraba y que era devorado, literalmente, por su pareja. La mirada de él, empapada de frenesí, quedó clavada en la niña de sus ojos que tan fijamente les observaba.
El asunto es que los dos, en plena faena con sus parejas, gozaron doblemente. Mientras disfrutaban con las suyas, querían ser las parejas de los otros. Las miradas de complicidad y deseo aguantaron hasta el final sin perder detalle.
Finalizados los actos amorosos y un poco ruborizados los cuatro ante tanto gemido y escándalo, se adecentaron, salieron del coche e iniciaron una conversación trivial.
Hasta que alguien dijo: "esto hay que repetirlo".
El erotismo y sus sueños tienen estas cosas. Y la vida sigue.
Música sugerida: HABITACIÓN EN ROMA. Música de Jocelyn Pook
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