No. No me corte por ahí, no. De esa parte tampoco, tiene mucha grasa. De aquella, que parece más blandita. Huy qué tierna, sí, ese pedacito. Me pones de esa parte dos tiritas. Es que mi nene es un poco delicado ¿sabe? A mi niño si no le das de lo que le gusta no me come de nada. Y mire que lo he intentado todo. Pero el jodío nos ha salido un poco sibarita. Y, ya sabe, no es cuestión, tal como están las cosas, de que me flaquee. Así que, con tal de que me coma, lo que sea, lo que la criatura quiera. Caprichoso sí que es pero, qué le voy a hacer. Yo es que en casa no puedo con él y cuando le replico en algo se me pone a patalear y berrear. Así que con tal de no oírlo. Eso es, así está bien. Pésemelo y me dice lo que le debo. No me importa tanto el precio con tal que al niño le guste. ¡Qué cosa más rica de hijo tengo!
-Señora, perdone. Estoy haciendo cola y, sin querer faltarla al respeto, me parece que tiene un poco consentido a niño.
-Pero si es un cielo. Lo que pasa que es un poco remirao.
-Señora, piense usted que casi todos los niños de otros continentes no tienen nada que llevarse a la boca.
-Ya estoy al corriente, pero yo colaboro en las cuestaciones para el tercer mundo.
-Señora, me está evocando usted a don Camilo José Cela y a Fernando Fernán Gómez.
-Sí, los conozco. Un buen escritor y y gran actor.
-Señora. ¿le digo una cosa? ¡váyase a la mierda!
*Texto de Los Secretos de la Noche
*Autor: Juan José Torres
*Música recomendada: WINTER BOY. Sainte Buffy Marie
Éste me encanta. Sobre todo la parte de las cuestaciones para el Tercer Mundo! Sigue escribiendo.
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