En mi región geográfica hoy es un día festivo, se celebra la festividad de San José. Pero más allá de celebraciones, festividades y santorales hoy es, en todo el mundo, el día del padre. No me gustan estos días del padre, ni de la madre, ni de los enamorados. Porque padres, madres y enamorados los hay todos los días del año pero la publicidad para el consumo, el regalo o el obsequio nos invade para un solo día, resultando un gran negocio para las grandes superficies.
Pero aprovecho, claro que sí, el día de hoy para felicitar a todos los padres. Los hay que empiezan, los hay que vuelven, los hay que no van ni vienen a ningún sitio. Hay padres mayores que notan el calor de los suyos y padres relegados al olvido y a la soledad. Lamentablemente cuando dejan de ser productivos, necesarios y los pellejos del cuerpo gastado no dan para más parecen más un trasto viejo arrinconado en los silencios.
Si perdiste a tu padre recuérdalo con el mejor cariño que puedas. Si aún lo tienes disfrútalo todavía, que los días pasan sin pausa. Abrázalo, bésalo, quiérelo. El regalo siempre es superficial y caduco. El cariño, si se quiere, es largo, todo lo largo que alcance una vida.
Felicidades a todos los padres. Pero el camino sigue, para los que vienen detrás y los que se alejan de cansancio. Felicidades. Y seguir regalando ternura.
Música sugerida: VOCÈ NAO ME ENSINOU A TE ESQUECER. Caetano Veloso
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