viernes, 5 de marzo de 2010

VIENTOS, PALABRAS Y NOTARIOS

El viento, cuando sopla con insistencia, se lleva siempre lo más frágil y erosiona incluso lo más resistente. La memoria debe ser poco consistente y demasiado endeble porque, dicen, el viento se lleva también las palabras. Barre Palabras de Honor y los llamados Pactos de Caballeros o los acuerdos sagrados.

Como el viento sopla y resopla, las memorias se desvanecen y las palabras vuelan con él y por eso se inventaron los notarios, para dar fe documental de un acuerdo, de un compromiso. Pero el viento, amig@s míos, es más viejo que las palabras, inventadas también por esta especie humana tan nuestra y que nos parece tan antigua. Inventamos las palabras para entendernos pero no cuaja el lenguaje porque se lo llevó el viento.

Tal vez acusemos al viento de nuestras propias vergüenzas. Porque cuánto de mentirosos llevamos dentro que señalamos al viento como culpable, engañamos hasta en días de plácida calma y buscamos intermediarios que nos cobran por una firma oficial, porque no llegamos a entendernos.

Cuanto echo de menos aquella Palabra de Honor, aquel compromiso verbal y sagrado, que "iba a misa", aquel Pacto de Caballeros o la sinceridad incombustible de una mujer.

Porque la mentira crea la desconfianza, la desconfianza origina la duda, la duda la sospecha y la sospecha reclama al notario. Luego el notario inventó a la policía y la policía al juez.

Ya casi no quedan esos amigos del alma. Son, dentro de la familia humana, una especie en extinción. Así que, si tenéis de amig@s no más de los cinco dedos de una mano, cuidarlos y mimarlos. No sea que un día sospechen también de nosotros y tengamos que mandar llamar al notario, a la policía y hasta al juez.

1 comentario:

  1. Cuando hay dinero de por medio los amigos se pierden, no digamos la familia, los amigos hoy en dia son raros y si tienes alguno puede que lo pierdas por un simple malentendido. Para mi los amigos muchas veces son como los ( T ) para las ocasiones.

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