miércoles, 28 de julio de 2010

ESCAPADA

En alguna ocasión viene bien una escapada para respirar aires frescos y renovados. Eso es lo que he realizado hoy, como una pequeña conquista. Una escapada al mar con un ramillete de amigos. Colocar las sombrillas, untarnos con la crema protectora, zambullirse bajo las olas interminables, pasear descalzos por la orilla, conversar sobre cualquier cosa y todas las cosas y empaparnos de tiernas miradas, esas mismas de siempre que crecieron y se forjaron con los años.

El rugido del mar, su relajante movimiento, su azul hipnotizador, su inmensidad que nos convierte en la más absoluta simpleza, la puesta de sol en ese inalcanzable horizonte, la sal, la arena, la compañía y la noche.

Qué bien sienta, de vez en cuando, una escapada así de linda y relajante, más ignorando cuándo será la siguiente excursión y si estaremos los mismos o serán otros los acompañantes. Me pregunto por qué me maravilla una salida así cuando el mar no se mueve de su sitio, está a una hora de camino y sigue azotando y humedeciendo los mismos litorales desde hace miles de años.

Es cierto, el mar sigue oleando las mismas costas mucho antes de nuestras existencias, pero nosotros, ¡ay qué pequeños y frágiles! somos los que nunca estamos del todo quietos, ni relajados, ni tranquilos.

Me gustan estas escapadas. Porque siento que, por un instante, soy dueño del mar al abrazarlo, que ese momento me pertenece aunque el chapuzón dure un minuto, que soy feliz como un niño entre su espuma rompedora y que mi piel agradece su fuerza y su misterio.

Pero todo esto que cuento resulta más tranquilizador y hermoso cuando lo comparto con esos amig@s del tiempo que rezuman tantas y tan tiernas miradas, que crecieron y se forjaron, felizmente, con el paso de tantos años.

Música sugerida: PURE JOY. Russel Walder

viernes, 23 de julio de 2010

COLETAZOS DE JULIO

A veces la esperanza es tan leve como un sueño, el sueño tan corto como una falsa aurora, la aurora tan apagada como un atardecer y el atardecer tan leve como la esperanza.

En nuestro pensamiento otro fin de semana, que será más ligero cuando llegue el lunes, en tus oídos, si así lo quieres, otra música escuchada que te propongo en este blog inspirado en auroras, atardeceres, esperanzas y sueños. Mas, cuando pasen las madrugadas y nos desayunemos otra semana, esta nebulosa de músicas y de historias también se habrán desvanecido. Son cosas del tiempo.

Una semana me queda para degustar unas vacaciones, regalos de tiempo que unos ya han disfrutado y que a otros nos queda todavía pendientes.

Pero no me quejo, pues somos afortunados los que disponemos de ese ocioso tesoro cuando otros son esclavos de ese tiempo y del trabajo y hay también quienes no conocen el privilegio de hacer, en esos días pagados, lo que les dé la gana.

A pesar de todo el único y la única que seguirá funcionando serás tú. Así que saludo tu vitalidad y te invito a seguir consumiendo los atardeceres, disfrutando las madrugadas y comiéndote la vida y, si puede ser, en tragos amorosamente dulces.

Música sugerida: AF LAST. Eva Cassidy

lunes, 19 de julio de 2010

SI EL TIEMPO PASA...

Como un reloj en buena hora, siempre puntual, las vidas siguen sus tics-tacs, dibujando repetidos círculos, concéntricos en una sinuosa espiral, hasta llegar a su punto y final.

Conforme unas existencias inician la aventurosa línea sin divisar el horizonte, porque a la salida de una curva aparece otra, otras en cambio transitan por los últimos tramos.

Si me llena de alegría ver crecer a criaturas que acaban de asomar y saludar al mundo, si me contagio de sus saltos de saltamontes cuando comienzan a brincar, si me emociono cuando les entra el conocimiento..., se me cae el alma cuando veo a esos mayores, con sus mochilas de la vida ya desgastadas, jadeando de cansancio, con las ojeras saltarinas y las miradas apagadas.

Yo, en los caminos intermedios, o eso espero, sólo pretendo inocularme de las experiencias que se van a ese punto y final, recuperarlas si es que puedo y mostrarlas a esos niñatos y adolescentes que vienen empujando y parece que van a comerse el mundo, o ser devorados por él.

Siendo mi reloj barato y por tanto retrasándose o adelantándose, según convenga al destino, procuraré sin embargo no perderme ni uno solo de los minutos. Confiaré en desinflar esos párpados inflamados de esas gentes que se van y ofrecer una palabra, aunque sea corta y terca, de esperanza a quienes inicien el círculo.

Y como nunca se sabe donde se encuentra la última curva que hace visible el punto y final disfrutemos del camino, empapándonos del paisaje, sin correr demasiado y sin que se nos rompa el reloj.

jueves, 15 de julio de 2010

¿LA BUENA GENTE, ES QUE ES TONTA?

Ya sé que el título es atrevido pero, muchas veces, me he hecho esta pregunta y, seguramente, quienes entráis de vez en cuando a este blog os habréis planteado, alguna vez, esta misma cuestión. Personas realmente buenas hay muchas, creo que son la mayoría pero son tan discretas, tan nobles, tan buena gente que no arman ruido, ni salen en los medios, ni aparecen en boca de nadie, ni provocan tormentas ni disputas.

Como no son motivo de habladurías pasan como de puntillas, aunque sean mayorías. Porque vende más el morbo, la anécdota idiota, la cursilería y la que montan, día sí y el otro también, las malas personas, esparciendo sus infames tareas por las esquinas de las gentes de paz y de bien.

Lo que ya me duele de verdad es que a las buenas personas, quizás por el hecho de serlas, se las tilde de tontas. Será porque no protestan, o asumen mejor que otros las cosas, o no le dan la importancia que merecen, o ante un conflicto se toman los problemas con más sabia filosofía.

El caso es que siempre hay quien toma al bueno de turno por tonto, y por lo tanto abusa de él, o de ella, y procura entonces engañar, evadir, invadir y torturar a ese prójimo tan bendito.

Pero si a esos bendit@s, a los que quisiera incluirme, se les ocurriese levantar la voz por un momento y reivindicar una protesta saldría, de inmediato, el aprovechado de confianzas para echarse las manos a la cabeza y exclamar: "no te conozco".

Seguid siendo por tanto buena gente, claro que sí. Pero no paséis ni una. Ya está bien de que a los buen@s quieran tomarles el pelo por ser mejores personas. Ya está bien. Que los sinvergüenzas asolen su propio club y que dejen tranquilos, porque lo asimilen y lo sepan, a las gentes sinceras, limpias y de tan buenas, incapaces de entablar ninguna guerra con la mosca más molesta o el vecino más cercano.

Música sugerida: ANDALUSÍA. Kate Price

lunes, 12 de julio de 2010

CAMPEONES Y A LA CALLE

Claro que he disfrutado de este mundial, y del juego y del triunfo. Me gusta la épica frente a los equipos duros y combativos y si llega la victoria, casi agónica, se saborea mejor. La adrenalina exprime sus últimas dosis cuando el árbitro finaliza el juego y brota entonces el júbilo, la tensión contenida y esa esperanza de rozar las cosas sin tocarlas nunca.

España fue campeona, sí. Me emocioné por ello y me alegré de ver a toda una ciudad, la mía, a todo un país, el mío, dando saltos de alegría y tomando las calles como escenario de sus sueños. Hacía tiempo que no veía tanto jolgorio recogido en un metro cuadrado y tantísimas gentes, de todas las edades y condición social, juntas en una gloriosa celebración. Y eso contagia, anima, revive.

Pero me gusta analizar los asuntos desde el otro lado del espejo, porque quizás escondan las trastiendas de las cosas, con sus matices y versiones. Y si me encanta ver un país unido por la roja echo de menos que no esté agrupado para otras utopías y otros sueños.

Si nos suben la luz nos quejamos en silencio, sin nos suben el IVA protestamos con la boca pequeña, sin nos congelan el sueldo rumiamos en petit comité, si nos bajan el salario insultamos, si nos despiden maldecimos, si nos joroban nos jodemos, nos enfadamos y punto en boca.

Pasan tantas cosas delante de nuestras narices que humillan, condicionan e indignan que no serán motivo, nunca jamás, de concentraciones callejeras de protesta.

Los éxitos deportivos unen, exaltan y encadenan gestos solidarios en corazones compartidos. Los atropellos e injusticias inmovilizan al personal. Un mundial es cada cuatro años pero las sandeces y los abusos ocurren todos los días.

Por eso, y nada más que por eso, nos inmunizamos ante nuestras propias desgracias y soñamos con heroicidades de privilegiados afamados.

Perdonar si he soliviantado euforias desmedidas. Yo sólo quería mirar al otro lado del espejo. Sigamos disfrutando de un título mundial, en tanto los problemas cotidianos sigan disfrutando con nosotr@s. Y sigamos felices mientras duren las cataratas en nuestras retinas.

miércoles, 7 de julio de 2010

PERDIDAS VACACIONES SOLIDARIAS

Horas antes de que España, mi territorio administrativo, alcanzase la final del mundial un grupo de españolas, también de esta jurisdicción administrativa, perdieron la vida en un rincón inhóspito de Perú. Un fallo humano de un conductor atrevido. La negligencia, la irresponsabilidad, la confianza, la imprudencia desencadenan siempre errores humanos, por lo tanto evitables.

Que una peña de adolescentes y jóvenes se atreva a dedicar horas de su tiempo, episodios de su vida, vacaciones que podrían suponer relajantes en cualquier otro lugar y momento, decidan introducirse en un espacio perdido para ayudar, prestar y servir perdiendo la vida me resulta glorioso e infinitamente triste.

Viajaban buscando nuevas experiencias y aportando sus mejores energías; sus generosos corazones irradiaban esfuerzos nunca compensados; pretendían construir una biblioteca donde no existe un libro y proponían erigir, con sus escasos recursos, un puente de dignidad y cultura.

Lo intentaron con toda su juventud y todas sus fuerzas, mas sus sueños fueron truncados por una absurda estupidez, como las miles de idioteces que entorpecen un camino.

España llegó a la final y ocupará las mundiales portadas de los medios internacionales. El trágico destino de estas cooperantes no ocupará más que un cuarto de una página escondida.

Por eso, no por otra cosa, quiero testimoniar en estas ventanas de internet mi tristeza, mi admiración, mi rabia y mi respeto a las que perdieron sus vacaciones solidarias. No ganarán copas, ni famas, ni prestigios millonarios.

Pero sus perdidos viajes, sin billetes de retorno, valen para mí más que un célebre mundial. Porque ojalá ese viaje vuestro y sin destino nos sirva a los que buscamos destino a nuestros viajes, sin alocados virajes y sin que nos tiemble el pulso del timón.

Música sugerida: SHADOW OF TIME. Nightnoise

domingo, 4 de julio de 2010

¿QUÉ SON TREINTA Y DOS AÑOS?

A Joan y Odette les conocí hace treinta y dos años en la virgen y despoblada isla de Ibiza y de forma bastante casual. Al segundo día del encuentro ya íbamos a todas partes juntos y con sus pequeños niños a cuestas. Llaman a esa rápida relación feeling o más caseramente química. A mí lo de las terminologías no me acaba de seducir lo suficiente.

El caso es que resultó desde entonces una amistad bastante desafiante, porque han transcurrido más de treinta años y nos hemos visto media docena de veces. Sin embargo y aquí se encuentra el misterioso milagro, el afecto no se ha diluido, sino todo lo contrario.

Y esta relación confirma mis sospechas, pues lo normal es que la distancia geográfica fabrique una neblina de recuerdos que testifiquen el olvido; pero ocurre, como en éste caso, que por más lejanía que exista y por escasos encuentros que inventemos nada entre nosotros se ha perdido.

Más al contrario nos pasa como si nada hubiese cambiado, ni hubiéramos envejecido, ni nadie nos hubiese alterado. Nos reímos con las mismas cosas de entonces y no se sabe por qué, cambiamos de tuerca y nos volvemos de nuevo adolescentes, mirando hacia el frente pero girando la cabeza hacia atrás, alimentándonos de lo que fuímos y reconociéndonos lo que ahora somos, recuperando sonrisas y también lágrimas, desempolvando recuerdos y haciendo cuentas de nuestros próximos abrazos.

Ibiza, Barcelona, Roses, llamadas telefónicas, correos, tarjetas de navidad. Tan distantes y tan cerca.

Porque no es la distancia la excusa del olvido cuando se quiere a alguien de verdad. Podrían pasar siglos, viéndonos tan poco, que nada quebrantaría esa vieja lealtad de quien se siente bien recordado y encariñado.

Por eso quiero dedicar mi blog de hoy a esa pareja, vieja en los recuerdos y joven en mi alma, para que me sigan sirviendo de ejemplo, para que no se me olvide que muchas veces la distancia es más larga a medio metro de distancia, para que sigan siendo como son, reivindicando esa palabra tan lejana y cercana a la extinción que se pronuncia amistad.

Porque gente como vosotros hacéis, un poquito mejor, un mundo ya de por sí insolidario, triste y adicto al streés, al olvido y al cansancio.

Gracias, por todo esto y mucho más, Joan y Odette.

jueves, 1 de julio de 2010

PASIÓN DE FÚTBOL

A quienes nos gusta mucho el fútbol supone, de entre las pasiones, una de las más importantes. Yo jugué a este deporte en mis épocas de acné, entrené mucho y jugué poco, jugándome malas pasadas mis frecuentes lesiones musculares y otros problemas de rodillas (sería el strées) por lo que, unido a mi deficiente capacidad técnica, chupé mucho banquillo. Pero insistir lo hice con ahínco y bravamente.

Y me gustaba el fútbol de entonces, pagándonos incluso los desplazamientos para disputar un partido. Afición, orgullo y sentimientos a unos colores se llamaba eso. Hoy el fútbol sigue siendo pasión, más que nunca; pero está tan prostituido como negocio que lleva unos derroteros que asustan.

Las estrellas de los equipos son privilegiados mercenarios que firman contratos millonarios y difícilmente se podrá apreciar si sus rendimientos son los óptimos o no arriesgan lo que debieran por contrato. Siendo un deporte colectivo me molesta que prime lo individual sobre el conjunto, me indigna que siendo un espectáculo de masas muchos apasionados pierdan la razón, el sentido, el respeto y la educación, y sean tan forofos que su intransigencia ofenda.

Me repugna que Iberdrola, una de las patrocinadoras de la selección española, nos quisiera subir las tasas de la luz una barbaridad, que más vale que no financie, si es que le sobra el dinero, y rebaje las facturas a sus clientes, que somos todos.

Me gusta el fútbol, sí, pero sin que sea la causa de que me vuelva loco. Y me intranquiliza que para muchos, siendo una gran pasión casi necesaria, sea la única, y el único y último sentido de sus vidas. Pobres vidas por los caprichos de una pelota.

Música sugerida: RA, RA, RA...Benito Moreno