viernes, 24 de diciembre de 2010

FELIZ AÑO 2011



En mi tarjeta de navidad de este año, y que hemos ido entregando a las gentes que queremos, el texto impreso dice así: "Aunque la crisis desespere y amenace ruinas, no pierdas ni la ilusión, ni la pasión." Y la foto, inmortalizada por una de mis hijas, presenta una ruinosa casa bonaerense con un cartel en memoria de Gardel, Gardelito.

Porque nos estamos cargando otro año y casi tocando con los dedos otro día uno de enero, no hemos de perder ni la ilusión ni la pasión por esta vida impactante, que nos sacude y nos envuelve en su caricia salvaje.

Quisiera abrazar personalmente a todos los que de vez en cuando entráis a este Diván y os relajáis con sus músicas. Desearía conocer a tanta gente anónima y lejana que estáis por ahí y que me levantáis, también de vez en cuando, el ánimo con vuestro generoso aliento. Me muero de ganas de besaros uno a una y abrir vuestros ojos para comprender mejor vuestras miradas. Sería maravilloso conoceros pero sólo puedo compartiros por esta ventanita.

Gracias a Sergio de Zaragoza, a mis amigos de Xátiva, a mis gentes de Barcelona, a mis amigos de Madrid, a los incondicionales de Granada, a los nobles asturianos...

Gracias a Stefi de Buenos Aires, y a Linda de Viena, a los amigos de Nicaragua y a los perdidos en esos pueblos abandonados.

Sé que el dinero no avala ni la felicidad ni garantiza la salud. Sólo pido por tanto salud y felicidad para los míos y para los vuestros. Con la salud se puede ser feliz y la felicidad puede acompañarnos a vivir mejor. El trabajo, ese castigo tan necesario, que no se pierda y si se pierde que reflotemos, no muy tarde, por algún lado.

Sólo os deseo un buen Año 2011 y que, pase lo que pase y ocurra lo que ocurra, lo podamos contar.

Así que no perdáis ni la ilusión ni la pasión, que nada nos desespere y guardemos esa paciencia infinita que tanto vamos a necesitar.


Un sincero abrazo y besos en el cielo. Hasta enero.


domingo, 19 de diciembre de 2010

MALOS AGRAVIOS COMPARATIVOS

Con la crisis que nos está cayendo encima nadie aprende de las lecciones. Seguramente es que tenemos muy malos gestores y se toman medidas que en vez de paliar despropósitos los acentúan más.

Nuestro gobierno español, por ejemplo, ha suprimido los 426 € a los casi 700.000 parados crónicos de este país. Los condenan a la miseria absoluta o a cometer barbaridades como consecuencia de la deseperación.

Algunas Cajas de Ahorros, también por ejemplo, van a prejubilar a casi 10.000 empleados a partir de los 55 años con un 95% del salario actual. Siendo entidades privadas se me antoja legítimo aunque poco ético; lo que me indigna es que estas jubilaciones las van a realizar a través del Frob, que no es otra cosa que el rescate del Estado a estas sufridas entidades bancarias. Dinero público con aportaciones del Estado y otros títulos de deuda pública por parte de los Fondos de Garantía de Depósitos.

¿Qué queréis que os diga? Me parece ridículo e infame, más cuando a los trabajadores normalitos, humanos también y muy sufridores, golpeados por una crisis que nosotros no inventamos ni por asomo, estamos amenazados con subirnos la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.

Mi reflexión personal es que si llego a esa edad, cuando me toque el merecido descanso, moriré bien fallecido antes de cobrar la primera paga. Mi jubilación se la ahorrarán para que vayan con mi dinero prejubilando a más parásitos.

Menos mal que a las lecturas que me sacan de quicio les siguen mis delirios que plasmo en el blog, delirios de denuncias, desencantos y esperanzas. Esperanzas de que nuestras ilusiones no sean asesinadas del todo.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

CASA ABIERTA

Después de tener el ordenador ocupado, casi secuestrado, por algún ser que regresa a casa para besarnos y compartirnos, vuelvo a recuperarlo, aunque nunca se sabe. Tenía un poco de "mono" de volver de nuevo al Diván, pero la cortesía de los anfitriones debe prevalecer ofreciendo siempre la mejor disposición a quienes nos visitan.

Alimento, cama, descanso y cobijo nunca va a faltar en esta casa, para visitas cortas o más prolongadas. Siempre fue así y estas paredes son testigo de que, venga quien venga, en grupos o por goteos individuales, serán bien tratados y recibidos.

Nos falta de todo, no nos sobra de nada. Pero quien traspasa la puerta en son de paz y con la sincera actitud de la amistad siempre vuelve.

Dentro de unos días se celebrarán las navidades y esos días tan entrañables y mágicos, que muchas veces reúne y otras distancia, cerrarán la puerta de un año y abrirán otra ventana. Nunca están todos los que son ni son todos los que están pero se agradece el reencuentro, la nostalgia e incluso el olvido.

Me gusta contar con el ordenador disponible, y mis cosas, y mi alma. Aunque a veces me lo sustraigan temporalmente. Pero cuando me devuelven el ordenador, mis cosas y mi alma, no sé aún por qué, me encuentro más agradecido. Será que las puertas se hicieron más para abrirlas que para cerrarlas.

Será, quizás, que la felicidad se marchita si no se comparte.

jueves, 9 de diciembre de 2010

LA CAJA DE MÚSICA

De entre las cosas u objetos domésticos y decorativos que más me han seducido desde siempre se encuentran las cajas de música. Esas que en algunas tiendas raras, raras porque sobreviven a malas penas, pueden localizarse en algún estante perdido.



Esos pequeños recintos que dilatan las pupilas a los que estrenan la mirada, que provocan una sonrisa inocente y asombrosa cuando los observan en movimiento, porque giran sus ojos cuando gira el armatoste sobre su eje, con unos sonidos que no saben bien de dónde provienen. Esas cajas musicales, casi mágicas, que rebosan curiosidad cuando el rutinario mecanismo se pone en marcha. Esas pequeñas maravillas que desprenden movimientos y sonidos que hipnotizan, me siguen pareciendo juguetes sorprendentes.



Las hay de bailarinas, de paisajes naturales, de centros urbanos, de mares, de cielos, de circos y carruseles, de payasos, pájaros, peces, de primaveras e inviernos con nieves, de soles y anocheceres y otras originales escenificaciones; y cuando los mueves o se activa la cuerda suena una determinada música, relacionada siempre con el motivo del utensilio y hasta que la relojería diga basta o se agoten las pilas.



Tanto me gustan que resultaba un regalo favorito para mis hijas cuando eran pequeñas. Una caja para una, otra para la hermana; porque reúne su encanto todas las características del sonajero, del objeto en movimiento y su puesta en escena con un ritmo musical.



Siempre, a la hora de dormir, la caja de música acompañaba al susurro, a la palmadita de protección, a la sábana que cubre y ahuyenta los fantasmas y al último beso de la noche. Las suaves melodías hacían el resto, pues los ojitos, ya cansados de los colores y los llamativos movimientos iniciaban su recogida entrega a la amigable almohada y se cerraban agradecidos hasta el siguiente despertar.

Esas niñas son ya mujeres y, de vez en cuando, cuando regresan para besarnos y compartirnos, todavía abren esas antiguas cajas de música donde despiertan los viejos sueños e invitan a aflorar de nuevo los recuerdos.

Quedan ya pocas, pues unas las desgastó el tiempo y otras fueron convertidas añicos por los descuidos y las imprudencias. Pero aún conservo algunas y en algún socorrido momento las contemplo, las abro, les doy cuerda, siguen girando sobre sí mismas y me complacen sus armoniosas músicas.

Músicas de recuerdos, sonidos, ilusiones y en la que en cada vuelta todo gira hacia adelante, como las vidas particulares, como una ventana desplegada a un nuevo horizonte.

Aún conservo algunas, y sobre todo la Caja Roja, que espero me acompañe por mucho más tiempo y, si puede ser, hasta los últimos suspiros.

Música sugerida: YUMEJI´S THEME. Thomas Wilmer. Shigeru Umebayashi

miércoles, 8 de diciembre de 2010

INMUNIDADES DEL ALMA

Uno de los programas radiofónicos que emitía a finales de los ochenta, con la sintonía musical de Verges de Lluís Llach como música de fondo y bajo el título de Los Secretos de la Noche, lo inicié así:

"Como alzándose de las entrañas del cemento, como apenas divisándose en la oscuridad, como percibiéndose débilmente en el silencio, como asomándose al vacío, ...aparece y suena, ahora, en los aires, Los Secretos de la Noche. Por la pura magia de la técnica y por el poder de la ilusión...

Un programa escrito, realizado y narrado por este bohemio y romántico servidor y por la estimable colaboración de la enigmática fulanita de tal en el control...

Los Secretos de la Noche se alza, se divisa, se percibe, asoma, aparece y suena para toda audiencia sensible, romántica, generosa y escandalizada de injusticias y clamores al cielo...

Los Secretos de la Noche, en Radio menganita de tal, en la frecuencia ahora sintonizada es, simplemente, la antesala de la larga noche o,...la almohada del sueño."

Después de esta introducción comenté la noticia de ese día, que no era otra que la muerte de varios indigentes sin hogar en varias capitales por los efectos del frío. La sociedad en general reaccionó con indignación, rabia, incredulidad y afligimiento.

¡Cómo podía suceder esto en los tiempos que corren! ¡Cómo era posible! ¡No podía volver a ocurrir! !Había que evitarlo a toda costa!

La sensibilidad enardecida fue, con el paso del tiempo, disolviéndose como el azúcar en el agua, sólo que no es azúcar lo que se inmuniza con el olvido. Más de treinta años han transcurrido y poco o nada ha cambiado.

Pensándolo bien sí ha cambiado una cosa. Ya nada nos alborota el alma. Las desgracias ajenas son tan cotidianas que ninguna nos afecta y nos ruboriza.

Hace apenas unas semanas recorrió el mundo la imagen de una haitiana enferma de cólera, moribunda y desnuda en plena calle. La gente mirar, miraba. Nada más. Nadie la evacuaba, nadie la tapaba, nadie le daba ni el más repugnante vaso de agua. Miedo a la muerte. Pánico a la desgracia. Olvidamos quizás que nuestro miedo y nuestro pánico acaberemos por vivirlo en las propias carnes y ante los ojos indiferentes de los demás.

Los cuentos de color de rosa ya no convencen. Muchos niños que trajeron las cigüeñas de París, hoy hombres y mujeres, ancianos o adultos sin rumbo, viven en el abandono y mueren en el olvido, con los cuervos urbanos dispuestos a devorarles ante las miradas impasivas. Ya no existen las cigüeñas neonatales, ni las cunas doradas. Se las comieron las sociedades cívicas y humanas, tan rapaces y egoístas que se quedaron mudas, sin alma y sin consuelo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

CONTROLADORES INCONTROLADOS

Ya parece que pasó la pesadilla, pero sus secuelas continúan dando vueltas por los cielos de la incredulidad y la indignación. Decenas de miles de pasajeros quedaron tirados en los aeropuertos por una huelga de incontrolados controladores aéreos. Que la Ley ampare el derecho de huelga no significa que se pierda el sentido común, ni que se pierda el rumbo de la navegación de la mínima sensatez, ni que se extravíe la decencia.

Estando tan alborotada la crisis, cuyos meteoritos envenedados de pobreza impactan en cada casa, resulta casi inmoral activar una huelga tan salvaje. Más cuando los controladores representan una clase económicamente privilegiada, mientras sus víctimas han dejado en tierra sus sueños y han multiplicado por mil sus problemas.

Pocas veces coinciden en asuntos laborales tanta insolidaridad y tanta diferencia de objetivos. Unos quieren mantener su intocable estatus y los clientes, los que pagan y les pagan, volar para cumplir sus sueños y dar rienda a sus obligaciones.

Al final los controladores descontrolados acabaron atados por sus alas y los impotentes pasajeros presos de la imbecilidad ajena, rehenes del tiempo hurtado y desactivados sus sueños, sueños ya irreparables.

Música sugerida: DREAM TIME. Judy Dyble

viernes, 3 de diciembre de 2010

PASO DE CEBRA

Puede que el más famoso de todos ellos sea el célebre Abbey Road que inmortalizaron The Beatles. Todo el mundo sabe que es utilizado por los peatones para cruzar de una acera a otra. Y todos sabemos que no siempre se respeta, sobre todo aquellos que no estén controlados por los semáforos.

Hay personas que parece que quieran suicidarse en tan escasos metros procurando acceder a la otra parte. No hay que ser tan intrépidos porque, quién sabe, no conocemos a los conductores, ni en qué estado van de confianza, ni siquiera las prisas que llevan.

Y ante tanta duda, esperemos y crucemos con la mejor de las prudencias, por mucho que el derecho nos ampare. Las indemnizaciones siempre llegan tarde si es que llegan, pero que nadie dude que es mejor no recibirlas nunca si el precio es quedar muerto o lisiado.

Partiendo que hay que armarse de paciencia no hay nunca que exacerbarse con los irrespetuosos que pasan de nosotros. Posiblemente acentuémos su estado de aceleración. Más vale avisar con tiempo, como cuando alguien llama al taxi desde el arcén o la acera, sin jugársela, y pasar con la tranquilidad conseguida.

Yo no sé qué códigos se establecen socialmente. Pero, en lo que a mí concierne, confieso que cuando para el vehículo para cederme el paso al que tengo derecho, me lo tomo como un cumplido. Tal es así que miro fijamente al conductor o conductora, esbozo una cómplice sonrisa, y aún sabiendo que es imposible que me oiga, le doy las gracias.

Yo me siento bien así y a buen seguro que el viandante del coche también lo agradece. Gestos que por su simpleza, porque no cuestan absolutamente nada, porque forman parte de nuestra vida diaria, satisfacen a ambas partes.

A uno le reafirma el gusto a la educación y desde el otro lado que lo acoge se puede recibir el agradecimiento como una palmadita en la espalda.

Y, seguro que sí, se sentirá tan apreciado por lo inusual que parará en todos los pasos de cebra que se encuentre al paso, aunque cunda la prisa.

Hay detalles que humanizan las calles, pertenecientes a los territorios helados. Demos pues una tregua, un calor gratuito y un margen de esperanza.

Un ademán de buena voluntad y unas gracias leídas en los labios bien merecen una oportunidad.

lunes, 29 de noviembre de 2010

IMPROPERIOS Y DEMÁS GESTOS MANUALES

En esta jungla social, más selva que cívica, pululan más las personas que se levantan torcidas de la médula comprensiva, la llevan encima a todas horas y se acuestan doloridos con ella.

Muchas de ellas cogen el coche y claro, llevan también sus cabreos y sus problemas al volante. Tanto es así que basta con una simple contrariedad para que los nervios, que ya los tienen a flor de piel, se desaten sin control.

Sucede por lo tanto que en un cruce alguien derrape, se oiga un frenazo e incluso que haya una pequeña colisión. Puede pasar también que en un semáforo en rojo les invadan las prisas y los demonios les intranquilicen. El caso es que lo que tendría que ser un paseo puede desembocar en un caos.

Amigos míos, cuando os encontréis, o crucéis, o topéis con energúmenos incontrolados no les sigáis el juego. Si os dicen algo ni les miréis. Si os insultan ni os molestéis. Si con sus dedos os hacen el gesto de "cornudos" no les repliquéis con el gesto diseñado de la "peineta", porque vais a provocar un conflicto de difícil pronóstico.

Ocurre muchas veces que se contesta a la provocación, al desprecio, a la chulería; se paraliza entonces el tráfico y puede acabar la cosa en un improvisado combate donde la niña, desde el coche, suplique por la paz entre llantos y la mujer del instigador llore histérica por la que se montó.

Los incontrolados se envalentonan más si hay público que aprecie el valor; más los más inteligentes sabéis que no hay que responder a las estupideces, y es mejor la gallardía que el pronto enloquecido.

Hoy hace frío, llueve y las gentes tienen prisas. Si vas al volante no tengas encogimientos, relájate y llega a tu destino. Si alguien te altera tranquilízate. Hay quienes son adictos al claxon y no pueden vivir sin él. Piensa en tus cosas y en tus gentes. Nada más.

Y si te pones nervioso ponte un cd con música tranquila, como la que ahora te regalo.


jueves, 25 de noviembre de 2010

REOS HORNEADOS, PAVOS INDULTADOS

"Manzana" y "Cidra", Apple y Cindy son sus nombres. Se llaman así, son pavos norteamericanos y han sido indultados de morir, de ser flameados en el horno y sazonados con especias y salsas. Lo ha dictaminado el mismo Presidente USA, Barack Obama, en el Día de Acción de Gracias, festividad muy tradicional del país de las oportunidades.

A partir de ahora Apple y Cindy acabarán sus días en confortables aposentos de una residencia presidencial. Separados, benditos ellos, del resto de pavos de su especie que serán pasto de ávidas mandíbulas humanas y de excelentes dentaduras postizas de la tercera edad.

Cuarenta y cinco millones de esta demandada ave serán degustadas por el pueblo americano de aquí a Navidad. Aderezados por arándanos, papas dulces y pastel de calabaza pasarán por el horno hasta quedar en su punto. Pero Apple y Cindy no. ¡Qué dulce alegría!

China, Irán, Irak, Arabia Saudita y Estados Unidos son los países que, según informes de Amnistía Internacional, más ejecuciones realizaron el año 2009. Esas estadísticas no variarán mucho con respecto al año en curso. Pero no quisiera indigestar ninguna comida.

Me pongo en el lugar de un reo en el mismo corredor de la muerte en una penitenciaría estadounidense: "El recurso fracasó. La súplica última y desesperada de indulto es rechazada por el Gobernador del Estado. Me confiesan si es que creo. Mañana me espera la silla eléctrica en este lugar. Otro condenado morirá, también mañana, en otro Estado por inyección letal. No me consuela. También sé que otro preso, por los mismos delitos que yo, tiene veinte años por ser juzgado en otra jurisprudencia. Esto no me consuela más. Pero mañana me matan".

" En mis últimas horas veo la televisión. Algo me distrae. Y aparece el Presidente con dos pavos, de esos que sólo pruebo en Navidad, y los indulta. Dice el Presidente que es una tradición desde 1789. Los pavos viven. Yo muero".

"Deseo pedir como última voluntad un buen plato de pavo. Con salsa de arándanos, papas dulces y pastel de calabaza. Bien condimentado y en su punto de horno. Saciarme y ponerme redondo. Será el último banquete de mi estómago, retenerlo hasta el final y, apurarme tanto que, en la misma silla que me lleve al otro barrio, bien sentado y amordazado, antes de hornearme vomite el pavo, la salsa, las dulces papas, los arándanos y el pastel de calabaza".

"Y que el juez, mi fiscal, mi abogado, el alcaide y la prensa acreditada exclamen: ¡qué asco. Pobre pavo. Se jodió la Acción de Gracias!".

lunes, 22 de noviembre de 2010

MUJERES PERDIDAS

Ahora dice el Santo Padre, suavizando lejanas polémicas, que ya se puede utilizar el preservativo. ¡Ojo! No siempre. Sólo en situaciones límites y ciertamente embarulladas o embarazosas. Ahora se puede usar el pecaminoso condón si alguien requiere los servicios de una mujer de la vida, vamos, de una prostituta. Quizás sirva, de hecho así es, también para prevenirse de enfermedades contagiosas, como el sida.


Está bien que el Vaticano sea menos intransigente y dé su brazo a torcer; pero hay que recordar que las reacciones eclesiásticas siempre van a remolque de la dinámica social. Sus reflejos son tardíos y sus decisiones, casi siempre, desacertadas por anticuadas. Parece que reacciona la Iglesia con los hechos ya consumidos.


Ahora resulta que practicar sexo era condenatorio si no era únicamente para procrear, pero se puede fornicar, por fin, también para desahogar los instintos carnales, eso sí, con cuidado. Descubre por fin su Santidad que el sexo se practica dentro del matrimonio consagrado pero admite algún descuidado desliz. En las farmacias, a partir de ahora, podrán etiquetar a clientes que consuman el producto: si fulano está casado ¿por qué pide preservativos? ¡Hay granuja!


Pero más allá de la broma que provoca la noticia me aturde el tema de la prostitución. Dicen que es el oficio más viejo del mundo pero también es cierto que la mayor parte de las mujeres prostituídas lo son en contra de su voluntad, por urgentes necesidades de sobrevivir.


Engañadas, sin escapatoria alguna, por salir a flote en situaciones de emergencia, porque lo han perdido todo y tal vez estén asqueadas de la vida, se prestan al mejor impostor o al más repugnante de los clientes.


Hoy, más que nunca, proliferan las mafias que reclutan a jóvenes con carne fresca y apetecible. Gentes perdidas, con problemas y sin rumbo que serán carne de cañón. Niñas y adolescentes menores de edad que, atrapadas en un infierno terrenal y sin salida, no saben qué les espera. Mujeres adultas traicionadas por la angustia del sobrevivir. Seres explotadas por la miseria a la espera de una legión de clientes repulsivos necesitados, de pederastas mal nacidos, de gentes sin alma ni escrúpulos.


Eso es lo triste. Nada más. Tampoco es poca cosa. Que los preservativos sigan utilizándose como mal menor. Ahora, por lo menos, tienen la bendición Papal.


Pero yo sigo encerrado en este Diván del Desencanto como cronista de cosas tristes, o mal hechas, o añorando utopías imposibles. Porque nadie es libre si sigue esclavo.


Música sugerida: CLARA. Joan Baptista Humet

VENDIDO EL SÁHARA, OLVIDADO EL PUEBLO

Hace muchos años el Sáhara Occidental fue colonia española, como otras del norte africano, Sidi Ifni o Fernando Poo por ejemplo. España, embaucada en litigios bélicos con Marruecos derrotó a sus tropas el año 1860 en la Batalla de Tetuán y, a partir de un tratado con el mismo nombre, se hizo acreedor de la tutoría del Sáhara, ocupación que se llevó a cabo en 1934.

La Marcha Verde protagonizada por los marroquíes con el auspicio de su Rey Hassan II aceleró la retirada de España de la colonia, abandonando los territorios el 1976.

El caso es que poco después Marruecos se hizo con esa árida geografía y los saharauis tuvieron que refugiarse en campamentos de Argelia para no sufrir la ira de las tropas marroquíes. Hace apenas dos semanas El Aaiún, la capital del Sáhara fue triste noticia en los noticiarios. Un campamento de refugiados saharauis fue asaltado por fuerzas de ocupación, expulsaron a periodistas y observadores internacionales y aquí no ha pasado nada. Pobres gentes son las que están cercadas militarmente, formando ghetos como los palestinos en Gaza o los judíos bajo la crueldad nazi.

Lo que más me indigna de todo es la pasividad y la actitud cínica de nuestros gobernantes. Ni una leve condena de los hechos, ni una mísera investigación, ni el mínimo gesto de poner las cosas en su sitio.

Desde hace varias décadas la ONU votó una resolución para que el pueblo saharaui pudiera elegir su propio destino mediante un Referéndum para la Autodeterminación, para su independencia. Basta recordar que son más de un centenar de países los que reconocen ese derecho y la legitimidad de que ese pueblo pueda vivir en paz en su único territorio.

España enmudece, la ONU no dice ni mus y el pueblo reventado y sin futuro. Sin un trozo de arena, el suyo, donde caerse muertos.

Vomito tanta mentira, tanta falsa diplomacia y tanto sufrimiento provocado. Pero la dignidad del pueblo saharaui no está sola. Su fuerza no está en los despachos, ni en los cuarteles, ni siquiera en su nómada destino. Su fuerza está en los corazones de, quienes estando lejos, ni olvidan ni desesperan. ¡Que se haga justicia!

viernes, 19 de noviembre de 2010

LA CARTA TRISTE

Hace cerca de treinta años y paseando como acostumbro por montes y zonas rurales encontré una de tantas casas agrícolas, abandonada y en ruinas. Una mirada por dentro y un repaso por fuera para calmar la curiosidad. Intento imaginar de quién fue, fantaseo con su historia y procuro sacar conclusiones de su lamentable final.

Entre las piedras deterioradas de los muros hallé una carta amarilleada por el moho y acartonada por el tiempo, tanto es así que lo que fue papel se me fue troceando entre las manos. Aún así logré leer algunos párrafos sueltos y pude hacerme mi propia composición. Y más o menos el manuscrito decía así:

"Reina de mis sueños, novia mía: por aquí se comenta que está acabando la guerra, lo dice la radio, la prensa y todo el mundo. ¡Qué ganas tengo! Hasta que no concluya del todo no me fío de nadie, porque el correo por aquí cada vez está peor".

"Por eso te escribo esta última carta, que puede ser la más triste o la más llena de esperanza. De ser cierto todo, quizás te vuelva a abrazar de aquí a un mes, o dos. No lo sé. Pero cuando salga del frente, cuando todo acabe, encontraré ropa por el camino, me asearé como Dios manda, me quitaré esos repugnantes bicharracos de la cabeza y confío que mis custridos labios sanen para ser dignos de tus besos".

"Quiero que mis labios apetezcan al deseo y que tu mirada se prenda otra vez de mis ojos pardos. Si recibes esta carta en orden y sin complicaciones nadie más podrá encontrala".
"Hasta el pronto regreso, mi vida".

Temo que este personaje, como muchos soldados tristes, no regresó jamás. Puede que la carta sí llegara a su destino y el destino la enterrara entre las piedras después de pasar por varias manos. Después de recomponer el puzzle y releerla solté alguna lágrima, de ternura y de rabia.

No me gustan las cartas tristes. Tristes son cuando no van a ninguna parte y llenas de desconsuelo si las leen otros labios.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EL FLAMENCO

Ayer mismo la Unesco declaró como Patrimonio Cultural de la Humanidad a tres estilos y costumbres populares muy arraigados en este país: el flamenco, los cantos mallorquines de la Sibila y los Castells Humanos, con predominio en Cataluña. La cetrería y la dieta mediterránea han sido compartidos con otros países.

Caprichos del destino pues la propia Unesco desestimó al flamenco el año 2005; ahora sin embargo, le parece estupendo.

El flamenco tiene hondas raíces en Andalucía, desconociéndose sus orígenes. Parece ser que surgió espontánea y simultáneamente pues gentes sencillas, sobre todo de la etnia gitana, se bastaban con una guitarra y una voz desgarradora para motivar el baile. Tan simple que la voz moldea el cante, la guitarra marca el ritmo, cada cual va poniendo todo de su parte y se van incorporando instrumentos de percusión. Si a esto se le añade el baile con su taconeo, el zapateado, la expresión de sentimiento de dolor o alegría, resulta entonces una alegoría a la plasticidad y a la belleza. De hecho los bailaores expresan sus emociones a través del cuerpo, desde los dedos de los pies hasta el movimiento de las manos.

Su época dorada fue entre los años 1869 y 1929 y en cualquier patio, calle, verbena e incluso en la más austera de las romerías puede contemplarse este sencillo espectáculo. Pero serían muchos años más tarde cuando adquirió reconocimiento internacional, gracias sobre todo a artistas tan cualificados como Paco de Lucía o Camarón de la Isla.

Yo, que no soy muy flamenquero, no dejo de reconocer que engancha a mucha gente porque se entremezcla el arte y el sentimiento, tan faltos de arte y sentimiento en esta vida tan descoloreada y tan fría, donde el color lo da el dinero y el sentimiento lo guardamos tanto que luego se deja encima de la mesa del psicoanalista.

Quizás para otra ocasión comente sobre el resto de galardones. No perdáis por lo tanto ni el arte, ni el sentimiento, ni el color, ni el aliento.

Música sugerida: LETRAS. "El Bicho"

martes, 16 de noviembre de 2010

TIEMPO DE JUGAR

El tiempo es ese enemigo traicionero que nos envuelve en su tela de araña, nos inmoviliza y nos sirve, muchas veces, de la excusa perfecta.

No hay mejor cuartada que la falta de tiempo cuando no llegamos a un sitio, cuando cancelamos una cita poco importante, cuando olvidamos premeditadamente una responsabilidad.

Pero el tiempo, amigos míos, pasa sin darnos cuenta y no tiene ni freno ni vuelta atrás. Por eso es tan importante que las cosas que de verdad interesan no las dejemos para otro día. Los días son los que son y ya no hay otros, por mucho que se parezcan.

Hay niños en las casas que necesitan tiempo, ellos sí. Necesitan tiempo para preguntar, para saciar su curiosidad, para conocer más y mejor a sus padres. Para, en definitiva, jugar con ellos y abrazarlos, besarlos, y comérselos.

"Ahora no puedo contarte un cuento. En este preciso momento estoy acabando una cosa. Mañana jugaré contigo. El fin de semana te dedicaré más tiempo. Haz los deberes y déjame tranquilo. Estoy cansado. Nena, no marees".

Mil respuestas y cientos de excusas. Llegará el día en que tu niño, tu princesa, tus reyes de la casa, prefieran ni consultarte. ¡"Para qué. No me hacen ni caso. Nunca tienen tiempo"!

Aprovecha pues. Dedícales el tiempo infinito, como si fuera el único tesoro. No existe mejor inversión que escucharles, que hablarles, que jugar con ellos, que contarles otro cuento.

Mañana no existe. El mundo es hoy. Y los años no esperan, pasan deprisa.

lunes, 15 de noviembre de 2010

CANSADO Y SIN QUEJAS

Es de noche. Hace frío. Llevo mil kilómetros en mis espaldas, mis riñones y lo que quede de mi alma, si es que aún me queda algo de ella.

Estoy cansado. Vuelvo a reconciliarme con mis problemas, con mi vida social, con las cosas del trabajo. Pero no deseo quejarme. Hay miles de personas con mil cosas también a sus espaldas, en sus riñones, en su rincones del alma.

Hay quienes dirían, en casos como éste, ¡que me dejen como estoy! Quienes digan en voz alta ¡quiero tranquilidad!

Quizás eso es lo que necesito. Tranquilidad. Paz. Pero tampoco voy a quejarme. Hay quienes no conocen ambas cosas.

Vuelvo a la pelea. Procuraré aguantar con dignidad. La vida no es más que ésto. Lleva sorpresas pero, acostumbrados a las sorpresas deberíamos estar completamente inmunizados.
Pero no escarmentamos. Somos sapiens todavía neandertales que tropezamos en los mismos adoquines y las zancadillas nos soliviantan en cada esquina sin contemplación ninguna.

Lo mejor de la aventura de vivir es cómo y dónde conduce todo esto. Cómo es el camino, cómo sorteamos los vaivenes, las vaguadas y las zanjas y socavones.

No me quejo. Estoy cansado pero el latido de la vida me despierta, me confunde, me recarga las pilas y me vuelvo a cansar.

Menos mal que la música, entre el denso vaho que humedece el frío, satisface mis oídos en las horas malditas y casi prohibidas.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

AYUDA TARDÍA

Algunos medios periodísticos han dado cobertura a una noticia, que muy frecuentemente ocurre, de la tardanza en auxiliar presuroso a un ser realmente necesitado.

La Consellería de Bienestar Social del Gobierno Autonómico, de la tierra en la que vivo, concede una ayuda a un enfermo después de que la familia de éste lo solicitara mucho tiempo atrás. Hasta aquí todo en orden y nada que objetar.

Lo inaudito es que la oferta solidaria, mediante una Ley de Dependencia, llega tres años después de que el enfermo solicitante haya fallecido.

Que la burocracia administrativa es lenta ya lo sabemos. Que es muchas veces ineficaz también, precisamente por esa parsimonia. Que es egoísta y caprichosa no existen tampoco dudas, pues en ocasiones se favorece a quien no lo necesita y se discrimina a quien le urge, por no tener manga ancha.

Vergüenza ajena me provoca cuando el funcionario de turno, una vez tramita el papeleo correspondiente, tenga noticias de que el destinatario está enterrado.

Porque las personas no pueden depender de un reloj, ni siquiera de las hojas de un calendario. Hay recursos suficientes como para agilizar las situaciones de emergencia.

Si el difunto pudiera alzar la voz se quedaría de nuevo mudo. No hay derecho. A la Administración Pública le falta aceite para engrasar la maquinaria, sensibilidad para ponerse en el lugar del otro y voluntad de servir, que para eso se le paga.

Besos para el difunto, porque un papel se quedó olvidado en un cajón o un inepto experto en negligencia desacreditó la urgencia.

Música sugerida: THE KISS. Judee Sill

martes, 2 de noviembre de 2010

DÍA DE TODOS LOS SANTOS

Ayer fue ese día en que la gente va a los cementerios a recordar, homenajear o a llorar a sus difuntos. Es una costumbre inmortal pues todas las generaciones honrarán, mejor o peor, a sus muertos. Triste es ir a un cementerio y desconsolador acudir previamente al tanatorio. Son situaciones que siempre desearíamos evitar a cualquier costa pero que siempre, tarde o temprano, la situación nos lleva.

Tarde o temprano nuestra obligación será estar en primera línea y también, tarde o temprano, seremos los primeros protagonistas del duelo. Esto es así y todos lo sabemos, por lo tanto no hay engaño en la reflexión. No se puede hacer como el avestruz, que con el ala se oculta la mirada, y aquí no pasa nada. Claro que pasa. Todo pasa y todo llega.

Por eso estas cosas no debieran representar ningún tabú si es algo que se espera desde el momento en que nacemos. Debemos estar preparados, sin imprevistos, sin histéricas emociones. Si no, al loro.

Pero el mensaje de este texto requiere otra cosa. Este día, uno de noviembre, acuden a los cementerios millones de personas. Recuerdan, lloran, imploran, evocan a sus seres queridos que ya se fueron. Obligatorio el ramo de flores, el decoro del nicho, la regeneración del lugar...

Pueden observarse también en los cementerios muchas lápidas y tumbas sin un mínimo recuerdo, postradas en el olvido y abandonadas de la mano familiar. ¡Qué desdén! ¡Cúanta irrespetuosidad!...

Yo, sin juzgar ni prejuzgar, tampoco echo leña al fuego. Cada uno sabrá.

Lo que tengo claro es que, cuando llegue mi hora, no quiero que me visiten una vez al año. Es sólo el recuerdo de un día. No deseo que me lleven flores que se van a marchitar, como yo cuando me vaya, y contemplar el deterioro de sus pétalos, como cuando se apague mi alma.

Quiero que me dejen tranquilo. Que viva solamente en el corazón de los que me amaron sin importar qué día es, que me recuerden por lo que ahora soy, no por lo que dígan que fuí, que me añoren cuando les dé la gana, no cuando dicte el calendario.

Yo, si estoy al otro lado, no podré hacer nada todos los unos de noviembre, por más que me acoronen de rosas y de plantas. Tan sólo, quizás, esbozar una triste o alegre sonrisa, pero tan lejana que no pueda ser detectada.

Que me guarden en los corazones, más cálidos que las lápidas y más frecuentes sus latidos que una inmaculada fecha del calendario anual.

Porque creo que los mejores testimonios, los más hermosos homenajes, las más bellas palabras de amor son ahora, en plena vida. No se olvidan nunca. Las póstumas se las lleva el olvido, como el viento las hojas, como la distancia sin retorno el latido.

Música sugerida: MAGIC CITY. Nicholas Gunn

viernes, 29 de octubre de 2010

LO QUE LOS OJOS QUIEREN VER

Dicen que las cosas no son como parecen; más todavía, todo depende del color con que se miran. Porque la pasión nos confunde, la subjetividad nos atrapa y la ceguedad nos vela los ojos.

Si el equipo que más odiamos, dicho sea sin despecho, gana un partido es porque el rival es malo de remate; si pierde, el contrario es mejor y lo mereció.

Si el equipo que goza de nuestras simpatías, y lo consideramos como el nuestro, gana al que era malo de remate pero venció a nuestro eterno rival, es que jugamos colosal; pero si se pierde fue por mala suerte.

En el deporte, en la política, en el trabajo, en cualquier colectivo donde se crean simpatías y antipatías, encuentros y desencuentros, amistades y descalabros, ocurre siempre lo mismo. Elogiamos cosas o personas que nos caen bien y despreciamos a las que, a saber por qué, desdeñamos.

Habría que reflexionar afinadamente si nuestras pasiones, predilecciones o inclinaciones son propuestas firmes. Porque en demasiadas ocasiones las preferencias son cautivas. Hoy sí, mañana no.

Yo procuro ser esclavo de pocas cosas y de las que soy, no quiero tener la razón. Seguro que ni mis gustos son los mejores ni mis contrarios los peores.

Y lo que hoy es blanco mañana puede no serlo, o convertirse en gris, o hacerse negro. Los actores y actrices representarán melodramas, escenas cómicas al igual que trágicas. Y nosotros, que somos los actores de nuestra propia vida sin ser nunca profesionales porque sólo nos enseña el tiempo, seremos trágicos o cómicos no en función de lo que pase en el escenario, sino como veamos e interpretemos la escena.

Los espejos se inventaron para eso. Para vernos egocéntricamente, pero sobre todo para observar lo que hay detrás de nosotros, o enfrente, o al lado. Y esas presencias son casi más protagonistas. En cualquier caso, de qué nos sirve un reflejo donde nos contemplemos y nos sintamos solos, como los bellos retratos pero fingidos y tristes.

Música sugerida: GONE. Jim Chappel

miércoles, 27 de octubre de 2010

EN NOMBRE DE LA LIBERTAD

Se están destapando ahora, a través de la web Wiki Leaks, las atrocidades de las fuerzas de intervención de los países aliados en su estancia en Afganistán. Miles de civiles masacrados, torturados y ajusticiados sin discriminación ni juicio previo. Las tropas norteamericanas y las británicas se han lucido de lo lindo. Al fin y al cabo, ¿quién dijo que las armas son disuasorias para proteger la paz? Las armas se fabrican, siempre, para usarlas; y más se aplican cuanto más caras.

Países que se vanaglorian de ser pioneros de la libertad, que se les hace la boca agua cuando nombran la palabra democracia, que se ensañan con tiranías que no son como las suyas, que quieren establecer un nuevo orden mundial, que dicen defender a sociedades libres, ¿por qué legitiman la crueldad y el asesinato?

Al Qaeda, por otra parte, recluta últimamente a niños y discapacitados psíquicos para inmolarse y hacer estallar por los aires a quien se ponga por enmedio.

La verdad es que el mundo y sus gobiernos, democráticos o no, se empeñan cada día en demostrar sus locuras vengativas, sus paranoias mentales y sus instintos psicópatas.

En nada hemos avanzado. La vida sigue siendo en blanco y negro. Por más que los locos se empeñen, que para eso mandan, que todo es de color rosa.

Pero para mí que no hay camuflaje que les esconda. Tras los ojos de cordero y las palabras educadas se intuye la hipocresía y el cinismo ácido. Se delatan, tarde o temprano, solos.

Música sugerida: LA VIE EN ROSE. Edith Piaf

viernes, 22 de octubre de 2010

ANALFABETISMO SOCIAL

Estas dos palabras titulares son las que finalizaban un comentario de Iñaki Gabilondo, prestigioso periodista, en una de sus intervenciones televisivas. Su exposición trataba sobre el excesivo proteccionismo de los padres, hoy en día, hacia sus hijos. Resumía a fin de cuentas la reacción de un grupo de padres y madres, máximos tutores de la educación de sus hijos, en contra de una sentencia judicial que condenaba a los jóvenes vandálicos, los hijos, a un arresto domiciliario por un tiempo determinado.

Los padres, descontentos con la resolución, recurrieron la sentencia por excesiva. Pobres angelitos los chicos, castigados por un juez a no salir de casa. Y recriminan a la autoridad judicial que se ha pasado dos pueblos, que si no recuerda el magistrado que también fue joven, que los chavales se estaban divirtiendo.

El caso es que en vez de dar la razón a quien castiga, lo desacreditan, ponen en tela de juicio su autoridad y defienden, hasta las últimas consecuencias, a sus hijos por sus inocentes fechorías. Y yo recuerdo que en mis tiempos de crío, si el profesor nos regañaba, nos llamaba la atención o nos castigaba la sanción era doble, porque en casa nos ponían firmes, nos cantaban las cuarenta
y no quedaba otra que asumir las tonterías y las irresponsabilidades.

Si muchos padres no entienden que la libertad acaba cuando se altera el respeto, cuando se agrede el espacio, cuando se avasalla lo ajeno, no sabrán educar nunca a sus hijos.

Si son pequeños porque son chiquitos y hay que complacerles; si son chavales no hay que contradecirles; si son adolescentes hay que subirles la autoestima, prohibiendo la palabra NO.

Y lo que está muy claro es que si cuando son pequeños no se sabe decir No, si se les premia sin merecerlo y se les proteje ante conductas inapropiadas cuando sean mayores ya no hay remedio.
Y serán ellos los que, una vez sí y la otra también, dirán con voz desafiante y tono alto, a sus padres, que No, que se sienten libres, hacen lo que les da la gana y "a callar, viejos". Luego pedirán dinero y darán a sus padres un beso de agradecimiento.

Es verdad, Analfabetismo Social. Pero las estupideces las pagaremos todos. ¡Pobres chicos!

Música sugerida: SORO SCHENIRER

miércoles, 20 de octubre de 2010

UNA HORA PARA VIVIR

El próximo mes de noviembre El Corte Inglés celebra su segundo concurso, en Madrid, de "La Gran Carrera de Oro" donde dieciséis seleccionados clientes, elegidos por sorteo entre una multitud histérica, deberán demostrar agilidad, rapidez y cierta maestría para conseguir el premio. El año pasado y en su primera edición fueron aspirantes dos millones de personas que previamente debían consumir productos superiores a los 50 €.

Los dieciséis elegidos competirán en una carrera por los grandes almacenes para llenar su carro de compras afinando, lo más posible, la cantidad de 10.000 € y en el tiempo de una hora.

Está claro que cuanto más crisis más candidatos hay en todas partes para conseguir cualquier cosa. Pero echo de menos que una empresa de tal firma y calibre no ajuste los malos tiempos para bajar los precios, para que sus beneficios repercutan en sus empleados, para realizar ofertas sensatas a potenciales clientes que no pueden permitirse ningún lujo, para donar una cesta de primera necesidad a asociaciones que lo necesitan, para entregar un simple producto a un sin techo. Pero no, para acreditar su imperio se les ocurre una carrera para fomentar el atletismo, el cálculo y la competencia a la carrera.

Si los pasajeros de un avión supieran que van a caer al vacío, si cualquier persona quedara atrapada en un ascensor con humo, si viéramos el abismo de aquí a una hora, si fuéramos rehenes de los últimos sesenta minutos de nuestra vida...¿qué haríamos?

Seguramente ordenar nuestras cosas, despedirnos con el mejor y más triste abrazo y entregarnos al viaje del túnel misterioso.

10.000 € en una hora es una tentación tan inmensa como un desprecio insultante. Por lo tanto, no lleguen tarde, hagan colas, atropéllense, utilicen los codos para quitar la competencia de enmedio, amaguen con el torso, finten con la cadera, flexionen las rodillas, arramblen con las estanterías, saqueen los pasillos y llenen el carro no sea que se acabe el mundo mientras otro pillo les adelante.

Saldrá en la foto el ganador con la cesta repleta. 10.000 € en una sola hora. Trajes, vestidos, objetos de decoración, pequeños muebles, bufandas para la tos, comida, bebida, refrescos para saciar la sed, desodorante para aplacar el sofoco y spray para el esfuerzo.

Que los aspirantes lo disfruten, que el ganador se lo coma todo en una hora y que El Corte Inglés se retrate, en el espejo, con su firma de vergüenza.

lunes, 18 de octubre de 2010

DEPRISA

Sí, es verdad que vamos a toda pastilla, de aquí para allá, de allá para acá, desplazándonos como locos y consumiendo, con arritmias, bocanadas de aire. Falta tiempo para todo y le echamos la culpa a la falta de tiempo... dichoso tiempo.

Los niños, el colegio, la compra, la cocina, la colada, el trabajo, el teléfono, la agenda, la digestión, el descanso y el insomnio...

La peluquería, el gimnasio, el paseo obligatorio, la reunión, los pilates y el yoga. El correo, la cita, la factura, el banco, la hipoteca, el sorbo del café con leche, el friegue y el salir pitando...

El médico, el osteópata para la espalda, el psicólogo, el tutor, la multa impagada, el despertador, la ducha ultra-ligera, la gasolina, la noche encima, cuando sabemos que mañana será igual.

Se ponen de moda, desde hace años, métodos orientales para relajarnos de tanta prisa y tanta velocidad. Yoga, meditación, tai chi, terapias de grupo, masajes, acupuntura, charlas de autoayuda...

Mientras, la población oriental siendo más profunda y reflexiva, más desprovista de cosas y con menos apego de todo, viven en la pobreza. Que cualquiera diría que para tener una rica vida interior se tenga que ser necesariamente pobre, y que el que no es pobre tenga que ser esclavo del strees.

Caminamos muy deprisa, lo sé. Por eso insisto en que hay que hacer una cosa después de la otra, nunca todo a la vez. Porque quien abarca mucho acaba por no hacer nada.

Ahora que nos han sugerido trabajar más y cobrar menos es el momento de decir que vamos tan deprisa que nada nos luce, ni la prisa ni el descanso.

Quizás haya que trabajar menos para vivir más y mejor. Si no es así, lo demás es meternos en un carrusel sin parada final.

viernes, 15 de octubre de 2010

ROMANTICISMO

Dicen las crónicas que el romanticismo, iniciado a finales del siglo XVII, rompió moldes y esteriotipos. Ante el orden calculado e implantado por la Ilustración reivindicaba el yo más egocéntrico, la contemplación hedonista y la exaltación de los sentimientos, como reflejo de la belleza más pura.

En Europa tuvo distintas versiones, dependiendo de la idiosincrasia particular de cada nación. En España llegó, como casi todas las cosas, las buenas y las malas, un poco tarde. Se manifestaba esta corriente en la política, en el arte, en la literatura, en la poesía, en el teatro, incluso en la moda.

Hay quienes reconocen a Rousseau como el padre del romanticismo. En Alemania destacó Goethe, en Inglaterra Lord Byron; en mi país Larra, Espronceda, Bécquer, Zorrilla o Rosalía de Castro...

Reconozco que los influjos del romanticismo me calaron la adolescencia profundamente. Me sentía un pasional empedernido contemplando el goteo de la lluvia en las hojas de los árboles, ensimismado por un húmedo arcoiris, dolorido y sin consuelo en la antesala del celo, entregado sin reservas a una mirada seductora y muerto por un beso de amor.

Pero los años dejan las cosas en su sitio. Hoy los que se creen muy machos, -ignorantes, equivocados, confundidos- matan a sus mujeres por amor. Antes los románticos se cortaban las venas por el desencuentro, por el amor imposible, por el abandono amoroso...

Resulta precioso regalar un ramo de flores cualquier incierto día, sin que lo mande el señalado calendario. Es muy romántico dejar una nota en una mesilla de noche con tiernas palabras escritas. Es emocionante besar sin cumpleaños ni aniversarios. Es fantástico una humilde declaración de amor...

Pero si nos dan calabazas, aquí no pasó nada. Ni venas cortadas ni parejas asediadas. Porque si estamos dispuestos a regar diariamente una planta de temporada, ¿por qué dejamos secar lo que más amamos?

Luego, en situación difícilmente reversible, compraremos las flores, los pendientes apropiados, el regalo original, la canción romántica y desesperada y sufriremos el incómodo baile de San Vito.

Por eso ahora prefiero el romanticismo inteligente, y si es posible eterno.

lunes, 11 de octubre de 2010

EL OTOÑO Y EL DIVÁN

Ayer estuve, junto a personas muy queridas, repasando senderos por la montaña, andando, subiendo, parando, contemplando paisajes y descansando en el regazo de las rocas; y todo eso a media hora de casa. El otoño se pone bonito y el color ocre despuntará en dos semanas.

Luego comimos en un solitario restaurante y tras los ventanales el sol jugaba entre las nubes al gato y al ratón, asomaba y se escondía, despertaba y adormecía.

Hablamos de muchas cosas. Del propio otoño, de las primeras lluvias, de los 29 ejecutados este año en el estado de Texas tras expirar sus vidas en el corredor de la muerte, del atentado ecológico de Hungría, de los mineros chilenos que serán rescatados, de Barcelona, de Berlín, del pasado y del futuro.

Y mientras esa montaña verde y oscura entraba por la ventana, mientras sorbíamos el último gusto de café, recordé también que mañana, día doce, empecé justo hace un año este Diván del Desencanto que tanto miedo me daba y tanto respeto me impone.

Y en tanto las hojas inician su cíclica caída comienzo a pensar en tantas cosas pendientes, añoradas, deseadas, soñadas...

Después de la caminata, después del descanso, después de los besos, detrás del telón de las utopías, resoplo de nuevo.

Aún queda un largo viaje. Hay que seguir, pase lo que pase.


Música sugerida: HAJA O QUE HOUVER. Tereza Salgueiro

martes, 5 de octubre de 2010

SOL Y SOMBRA

Esta mañana y mientras regresaba a casa he presenciado una escena que, de tan sencilla y natural, me ha enternecido. Pocos metros delante de mí y por una calle estrecha caminaba un matrimonio, metidos en años los dos. Él portaba su imprescindible garrote, su gorra con visera y una bolsa con verduras recién compradas; ella un ramillete de flores a saber para quién, si para alguna nieta suya o para su viejo jarrón.

El caso es que, siendo de poca anchura la calle, el sol la partía en dos; de modo que la parte izquierda estaba bendecida por los rayos luminosos de octubre y el margen derecho protegido por la sombra.

La mujer anciana se escoraba hacia la umbría mientras el abuelo buscaba el calor. Y la esposa le dice a su marido:

-"Te vas a insolar y ya estamos en otoño. Ven para este lado que irás más fresco".

A lo que le responde el esposo:

-"Pa qué está el sol. Pa calentarse uno hasta que quede. Y de insolarme nada de nada. Pa eso tengo mi gorra. Ven pacá que luego te quejas del reuma".

En cualquier caso yo, a sus pasos y unos metros detrás, escuchaba emocionado y con disimulo la conversación. Luego cada cual eligió su ruta y él se quedó con el sol y ella con la sombra. Y aquí paz y allá gloria.

Los dos y a su manera tenían razón, y a ver qué guapo se las quita.

Pero me resultó tan cotidiano y al mismo tiempo tan hermoso que ha sido el pretexto justo para el blog de hoy.

Y ojalá y en nuestro futuro nuestras discusiones domésticas sean tan plácidas e inocentes como ésta.

Que vayan, por soles o sombras, los dos con Dios.

viernes, 1 de octubre de 2010

PERMÍTETE UNA OSADÍA

Enjaulados bajo las losas de los monólogos y las cosas cotidianas, soportando los síntomas de la vida, que nos azota para sentirnos despiertos y en ocasiones nos asusta para morir, a veces necesitamos respirar. Inflarnos de una bocanada de locura para romper protocolos y esteriotipos.

Por eso, si sigues por ahí, te diré una cosa por lo bajito:

Abraza fuerte y besa a la persona que más quieres. En la frente, en el cuello, en la boca. Donde te dejen, nunca donde quieras. Es lo más bonito y hermoso. Sentir un contacto, una mano, unos labios, unas palabras de conformidad y aliento. Sentir a quien más amas. Porque todo eso vale más que mil decretos ministeriales y fusiles cargados de fuego.

No pierdas ni un instante. Si no está contigo ve en su busca, o besas por teléfono, o bien queda para mañana.

Es verdad que un segundo de besos puede resultar una eternidad. Corre, ve a su encuentro, como si fuese la última vez.

Pero no des el último beso, ni el último abrazo, ni la última insinuación.

Da el mejor de los besos, el mejor de los abrazos y lo mejor de tí.

Texto de: Los Secretos de la Noche (1987)

Autor: Juan José Torres

martes, 28 de septiembre de 2010

CRISIS, HUELGA Y AMNESIA

Mañana, en este país mío, hay convocatoria de huelga general. Cierto es que desde hace algún tiempo los sindicatos están institucionalizados y que muchos dirigentes obreros viven en régimen funcionarial, es decir, tienen las habichuelas resueltas. Pero tampoco les falta razón en la convocatoria de este parón en las actividades económicas. Yo, que soy un desencantado pero no estoy de vuelta de nada, comprendo muy bien las razones.

Desde hace muchos años existen sectores económicos y financieros que han ganado mucho dinero. Han ganado tanto que la ambición les acabó por cegar y ese deseo irrefrenable superó fronteras lícitas y se alteró: querían ganar más.

Multinacionales, grandes bancas, empresas de la construcción, compañías inmobiliarias, especuladores del ladrillo y otros negocios fantasmas querían ganar el doble, el triple, el infinito. Venden, compran, obtienen beneficios. Para ganar más venden empresas que no existen y se pagan facturas por prestaciones nunca realizadas.

La burbuja del sueño americano se hincha y expota. El crak salpica a todo el mundo pero su crueldad axfisia a los más débiles. Las clases humildes y trabajadoras son las inculpadas y los que inciaron la crisis son los exculpados...

Ellos, los que querían ganar más, siguen siendo los afortunados. Los que trabajamos todos los días seguimos en pie, en condiciones más precarias y con un futuro laboral más incierto. Y es verdad que la nueva generación es la de los hijos que vivirán peor que sus padres, cuando la lógica invoca lo contrario, que cada generación debería vivir mejor que la anterior...

Que vamos para atrás en vez de avanzar está cada vez más claro. Que derechos fundamentales que costaron años en conquistar se desvanezcan es una vergüenza más...

Que nuestros dirigentes políticos nos vendan al mejor postor es imperdonable, más a quienes seguimos conservando la memoria. Estos mismos dirigentes hace pocos años iban de melenudos, de progres y radicales y en contra de cualquier reforma laboral que incordiara el más elemental derecho que pudiera perjudicar la dignidad del trabajador...

Son ya irreconocibles. De hecho ya no se reconocen ni ellos mismos...

Pero más me preocupa la indiferencia general. Parece que el SISTEMA haya inyectado una dosis de anestesia a la sociedad para que quede adormecida para siempre, sabiendo que no existen ya Príncipes Azules que, con un beso, despierten a la dulce y Bella Duermiente...

Pero yo, que ni olvido ni me resigno, tenía que contar esta crónica tan perdida y tan sobreviviente.

Porque al acecho están las gaviotas azules que cada vez son más negras. Planean con vista de águila el momento de repartirse más el pastel de la cacería. Más inteligentes que las carroñas, más pacientes que los verdugos, esperan el gran banquete.

Por eso, más que nunca, es necesario resucitar a los viejos espantapájaros. Que por lo menos ahuyenten, o incluso averíen, las alas planeadoras e invasivas de los que quieren ganar más para crear más pobreza en los demás.

Música sugerida: RECUERDOS. Los Calchakis

jueves, 23 de septiembre de 2010

CÁRCELES EN LAS MINAS

Treinta y tres mineros chilenos se encuentran atrapados en la mina de San José, en la región norteña de Atacama. Sus rescates serán lentos y peligrosos. La sensación de sobrevivir a un sepultamiento es siempre aliviadora, pero la certeza de haber conseguido contactar con la superficie, setecientos metros más arriba, es una inyección de moral y esperanza para sus mejores deseos: el soñado rescate y el abrazar a los que los daban por perdidos.

Esta historia, como otras muchas producidas por catástrofes naturales, me induce a una simple y profunda reflexión: el sentimiento de un reo condenado, por cualquier causa o motivo, hacia las personas que quiere y que, más que nunca, añora.

En los corredores de la muerte, en las hacinadas prisiones de saber dónde, en los más diminutos zulos sin luz ni respiración, se han encontrado y se encuentran prisioneros de todo tipo. Muchos fueron ejecutados sin razón alguna, porque ninguna condena a muerte repara absolutamente nada. Otros lo serán en alguna parte, ignorando el verdugo que hacer de justiciero es un acto cruel pero inútil.

Pero me pone los pelos de punta esa última escritura, esa llamada telefónica final de un condenado a su ser más íntimo y cercano. Porque transmitir un mensaje de esperanza cuando el insalvable no tiene ninguna es un acto esplendoroso de amor y generosidad. Sean cualesquiera los motivos de su cercana muerte es una entrega sin recompensa alguna. Anhelará prolongar, más allá de las limitaciones del espacio y del tiempo, esa agónica vida. Y quien reciba ese tierno mensaje de esperanza y libertad tome con reponsabilidad el testigo y abandere, a todo viento, la gloria del legado.

Cito como ejemplo a Miguel Hernández, poeta de mi tierra y muerto de humedad y tristeza en la cárcel, escribiendo a su Josefina. Se sentía él libre, tan libre pero encerrado, como los pájaros surcando el cielo encapotado.

Que no pierdan los mineros esperanza alguna. Ellos, los treinta y tres, son más libres que millones de esclavos encima de la tierra. Pero sería hermoso que salieran a flote y maravilloso que lo contaran.


martes, 21 de septiembre de 2010

ALZHEIMER

Hoy es día veintiuno de septiembre y se celebra, en todo el mundo, el Día Mundial del Alzheimer. Quien padezca esta enfermedad acabará con sus memorias en color blanco, las líneas escritas en sus páginas de historia sólo contarán para los que le conocieron, para los que le quieren, ya no para él mismo o para ella.

Los únicos testigos que darán fe de lo que fueron serán los demás: sus familiares, sus amigos, sus sufridos cuidadores...

Para éstos, los que les protegen y cuidan, volverán a cubrirse de una nube negra, pero con huecos de esperanza, y se agarrarán a ella porque la esperanza, que es lo último que debe perderse, deberá volver, algún día, a rescatar la luz olvidada y asegurar las memorias a quienes aún no las hayamos perdido.

El futuro, aunque las nubes sean negras y nos eclipse el sol, habrá que mimarlo con cierto optimismo, porque no queda otra que esperar, mirar al cielo y que el rayo no nos toque.

El presente es sólo un suspiro en el que planificamos lo inmediato y, en un abrir y cerrar de ojos, lo dejamos ya atrás despidiéndonos de reojo.

El pasado está lleno de recuerdos, unos amargos y otros, espero que la mayoría, agradables.

Pero cuando asoma la desesperanza más triste es cuando esos recuerdos, los buenos y también los malos, se evaporan hacia una nube blanca y nos eclipsa también los sueños inalcanzables.

Malos tiempos corren, para unos y para otros. Los que perdieron la memoria tienen la ventaja de la ignorancia, y quien ignora no sufre. Los que aún sobrevivimos a la cordura aprovechemos, mientras podamos, esa lucidez.

Siempre servirá, en tanto nos acompañe, para algo; hasta que aclare la tormenta y se despejen las nubes negras.

Música sugerida extraída de la película de Antonio Mercero: ¿Y TÚ QUIÉN ERES? Diego el Cigala

domingo, 19 de septiembre de 2010

EL DON DE ESCUCHAR

Me gustan las personas que escuchan, que atienden, que tienen la paciencia necesaria para estar inmersos en una conversación sin interrumpir a quien conversa en ese momento. Me agradan por lo que supone de respeto a la otra parte, las aprecio porque, cada vez, se estilan menos. Es tan habitual que alguien corte a otro alguien y lo deje con la palabra en la boca, que parece que primero muerda sus palabras sesgadas y luego que se las coma, que me produce cierta indignación silenciosa.

Parece que hoy en día toma la ventaja quien interrumpa o quien eleve el tono de la voz, es decir, quien más chille, grite o vocee. Y los que no sabemos ni chillar, ni gritar, ni vocear, porque no nos enseñaron a hacerlo, tenemos siempre desventaja.

Por todo eso que cuento me parecen tan especiales y tan entrañables esos seres que saben escuchar, oír, alimentar con respeto cualquier tertulia que se tercie. Cualquiera puede tener razón o no en aquello que cuenta y dice, porque es eso cierto de que la verdad se reparte entre todos, pero sean sus argumentos convincentes o rechazables merece, siempre, un mínimo de defensa, de ser escuchados y sostenidos.

Por eso reivindico desde aquí la educación de ser oído y la elegancia de escuchar. Y ojalá entre todos invertamos esa descortés tendencia y aprendamos, de nuevo, el arte de la tertulia.

Yo, por lo menos, adelanto que nunca alzaré la voz.

PD. ¿A que da rabia que se corte el tema musical?

jueves, 16 de septiembre de 2010

LOS MISTERIOS DEL YO

Hacer referencias sobre la mente humana es fácil, indagar en ella son palabras mayores. Dicen que cada persona es un mundo aparte, cada cual hijo de su madre y de su padre, y aunque nos pertenezcamos todos a una misma especie, esa que denominan humana, cada un@ tiene su matrícula independiente, instransferible, un ADN particular que nos hace a tod@s distintos.

Los psicoanalistas defienden la tesis de que confluyen, paralelamente, el mundo consciente y el inconsciente, y esto a la larga y es lo que pienso, representa un eterno duelo: la razón y el sentimiento en una encarnizada lucha. Habrá siempre ocasiones y razones para que factores ajenos o internos predominen en el feroz combate emocional.

El caso es que, siendo nosotros los mismos de siempre, tenemos también personalidades distintas, dependiendo de infinitas cosas. Nuestro mundo interior son terrenos movedizos que desafían, constantemente, a las cabezas bien amuebladas.

Podemos tener un psicópata dentro, un ser despreciable que, en una situación límite, se convierta en una bestia indomable. Sinceramente creo que no nos conocemos ni siquiera superficialmente. Y podemos ser un susurro de luz y de plácida paz. ¿Quién sabe? ¿Lo sabemos nosotros acaso?

Un conflicto, una tensión inesperada, un trauma que nos afecte podría alterar nuestro equilibrio. Pero no perdáis el honor ni el optimismo. Basta con que sigáis siendo nobles, honestos, generosos y modestamente humildes para que la ambición desmesurada o las tentaciones que atormentan nos dejen un poco tranquilos.

Si un día nos volvemos locos o perdemos la memoria es otra historia. Pero, mientras tanto, sigamos de puntillas por los caminos sensatos y con las cabezas amuebladas, que no cuadriculadas. A veces nos cercarán nuestros propios fantasmas para confundirnos, y habrá entonces que ahuyentarles con la mirada fija y el pulso firme.

Un gesto, una mirada, puede revolicarnos el corazón. Pero acordaros, nuestro ADN es sólo nuestro, de nadie más. No perdamos nunca, nunca el control. Nacimos con llanto, crecimos con esperanza y luchamos por la dignidad, también por la nuestra. Nuestros sueños, quizás escondidos en una caja, están esperando destaparse y volar, para descubrir la ternura, la ternura casi invisible pero a la vez tan cercana.

Música sugerida: LA DOUBLE VIE DE VERÓNIQUE. Zbigniew Preisner

lunes, 13 de septiembre de 2010

LOCALES DE AMBIENTE

En algunas ocasiones, muy de vez en cuando, salgo a cenar con los amig@s. Compartimos mesa y mantel y no resulta necesario celebrar algo, ni nada en especial. Si entre todos podemos nos juntamos, siendo éste momento un enorme privilegio, pues casi siempre los compromisos laborales o las complicaciones familiares abortan cualquier intento.

Es agradable vivir esas horas de degustación, tertulia y bienestar, donde no existen las tensiones y se aparcan, por un momento, los problemas cotidianos. ¿Quién sabe cuándo será la siguiente cena? Lo habitual entre nosotros, acabada la mesa y los últimos coletazos de conversación, es cobijarnos en algún local de copas para prolongar el encuentro. Supongo que esto mismo es un hecho universal.

Estos locales se denominan pubs o pequeños antros donde se puede degustar una bebida con una agradable música de fondo, o de ambiente. A mí, muy personalmente, me encantan los lugares donde puedes consumir tu copa, escuchar una música estupenda pero sin restar protagonismo alguno a la conversación.

Por estos lares no encuentro. Llegamos, nos sentamos, pedimos lo acordado y cuando retomamos el hilo del lenguaje sube el volumen de la música hasta límites insospechados. Que digo yo, que no tengo voz de tenor, que para recibirnos así nos vamos a una discoteca, que para eso se inventaron.

El caso es que ese idílico ambiente se convierte, en segundos, en un cuchitril con música estridente y donde es del todo imposible la comunicación habitual. Y tengo finalmente que inclinarme las orejas para captar las voces y leer los labios de los acompañantes para deducir la conversación.

Pienso que estos locales son despide-huéspedes y eso creo con rotundidad. Y lo que podría ser un velada estupenda y sosegada acaba por convertirse en una huída casi escandalosa. No escarmientan los propietarios de estos locales al no reparar la inoportunidad y hacerla reincidente. De tal modo que pretendiendo captar clientes acaban por perderlos.

Con lo agradable que es conversar hasta el infinito con música que toque el cielo. Porque para oír la discotequera prefiero la música sincera y sencilla, como ésta:

domingo, 5 de septiembre de 2010

VILLENA EN FIESTAS

Villena, esa ciudad en la que nací, crecí, vivo y trabajo está en Fiestas. Son, desde hace muchos años, catorce las comparsas que desfilan, siete moras y siete cristianas, siendo su número de festeros superior a los diez mil. Del 4 al 9 de septiembre esta histórica población alicantina, enclave estratégico y nudo de comunicaciones de otras comarcas y provincias, se engalana y se viste de fiesta.

Se prenden las pólvoras, la alábega inunda las calles, se mezcla la añoranza y la alegría, comienzan los desfiles y suenan durante los cinco días los sones musicales de la música festera. Comienza una maratón que cada cual llevará a su gusto. Unos acabarán rendidos la primera noche y los más sagaces llegarán a su final como sobrevivientes. Esto empieza y ya no para y, para cuando todo acabe, la frase más usada y popular es la de "día cuatro que fuera".

Yo fui festero en mis épocas de acné. Ya no lo soy, pero no dejo de reconocer, allá donde voy, que estas fiestas, las de Villena, no son únicas ni exclusivas, no sé si son las mejores porque no me gusta ser chauvinista, ignoro su posición en los ránkings de fiestas de moros y cristianos; pero sí sé que son espectaculares, brillantes, emotivas e inolvidables para quienes las visitan por primera vez.

Su luz, su encanto, su colorido, sus mujeres y sus hombres, su música y su historia, no pasan nunca inadvertidos, por más que a los vecinos del lugar siempre surgen defectos que encontrar. Como en todos lados imagino.

Ilustres nativos de Villena han hecho hueco en los anales de nuestra historia, y con el mérito que se labraron a pulso son ya universales: José María Soler, excelso investigador, musicólogo, arqueólogo, historiador, pensador..., Alfredo Rojas Navarro, mi segundo padre, tío sin parentesco y y brújula en mi vida, extraordinario cronista, escritor y recuperador del habla de esta tierra..., Ruperto Chapí, el célebre maestro de zarzuelas..., Antonio Navarro Santafé, el escultor, entre otras obras del Oso y el Madroño, de la madrileña Puerta del Sol....

Y muchos más que han forjado y siguen construyendo, silenciosamente, unas vidas plenas de dignidad, trabajo y dedicación por su pueblo, por su tierra, por su país...

Sirvan estas líneas para homenajear, modestamente, a mi ciudad, Villena, y transmitir en lo posible, por esta línea directa que es internet, la publicidad de su historia y sus fiestas. Como tema musical os propongo una composición de un buen amigo villenense, Gaspar Ángel Tortosa Urrea, magnífico músico y compositor.

Entre música, alábega, colorido y alegría finalizo el blog de hoy. Recibid, mientras tanto, un abrazo, amig@s del Diván, sincero, incondicional y duradero. Suena ahora la Banda Municipal de Villena, dirigida por, el también incondicional, Pedro Ángel López. Al fondo, y como imagen de postal, el gran testigo de nuestra historia: El Castillo de la Atalaya.

Música sugerida: 75 ANIVERSARIO DE LOS LABRADORES. Gaspar Ángel Tortosa

viernes, 3 de septiembre de 2010

¿SÍNDROME POSTVACACIONAL?

Cierto es que hoy en día , y tal como está el mundo y su mercado, trabajar es un privilegio. También es verdad que el sistema, sus gobiernos y sus códigos laborales, cada vez tienen más amedrantadas a las clases trabajadoras. Más ajustes, más recortes, más inestabilidad, menos coberturas, menos sueldos y casi más trabajo; es decir, los de arriba van mareando la perdiz con amenazas sutiles. Hay cola, dicen...

Yo para mí que en los últimos veinte años, en vez de avanzar, hemos ido a peor, no siendo el resto de humanos ni los responsables ni los causantes de tanta incompetencia y desazón mental. El caso es que vivimos en un vivir sin vivir, en un hilo, en un suspiro mientras los ricos de siempre siguen siendo igual de gilipollas, pero más ricos.

Antes decían que el trabajo dignificaba a la persona. Ahora ya no lo creo, ni siquiera en estado de somnolencia. Yo pensaba que había que trabajar para vivir con dignidad, no vivir para trabajar. Sea como fuere, quienes trabajamos, hoy, somos afortunados. Y quienes disfrutamos de algunas vacaciones más privilegiados todavía. Pero no por trabajar ignoro lo que ocurre, cuando observo gentes de mi edad esclavizados por los días sin horizontes ni esperanzas.

Por eso me produce náuseas cuando algunas gentes vuelven al trabajo, acabadas las vacaciones, y van al médico porque tienen síndrome postvacacional. Eso no, por favor.

Que cualquier día, de tanto insistir, la van a convertir en enfermedad oficial, y entonces ya veríamos quien se pone malo de verdad y quien sigue viviendo de la cuentitis.

La picaresca siempre ha existido, la tontería también, pero la creencia de que todo el mundo es tonto no se puede consentir.

Los síndromes ya están en los diccionarios médicos y en los tratados de psicología. No inventemos, por tanto, más historias nacidas de la hipocresía, el cinismo y la comodidad.

Música sugerida: WHAT KATIE DID. The Libertines

lunes, 30 de agosto de 2010

30 ANIVERSARIO

Ya sé que parece un tanto cursi mi descripción de hoy. Pero no me avergüenzo. Hoy, treinta de agosto, certifico, junto a mi compañera de viaje, treinta años de matrimonio. Resulta tan inusual en los tiempos que corren que suena a anticuado, más cuando las parejas de hoy duran menos que el canto de un gallo en las horas del alba o bien no planifican sus vidas a largo plazo. Simplemente las palabras de amor eterno equivalen, en tiempos actuales, a música celestial.

Son treinta años con largas historias, de épocas maravillosas y crisis existenciales, como la vida misma. Pero ahí estamos y ahí seguimos. Dos hijas se engendraron y dos seres, casi celestiales, nos motivan en las luchas y en las esperanzas.

Cualquier cosa pudo ocurrir en este mundano trayecto, cualquier cosa que cambiara el rumbo de nuestras vidas. Pero, sea como fuese, aquí estamos. No sé si existen los destinos o somos caprichos de los accidentes casuales. Sé que pudo ser otra cosa. Sé que podríamos haber vivido situaciones distintas y El diván del Desencanto, caso de existir, sería hoy diferente. Sé que soy lo que hoy soy y somos lo que ahora somos. Tampoco tiene mérito cumplir treinta años conviviendo en pareja. Habrá quienes piensen que es una proeza y quienes crean que es pan comido. Habrá también quien piense que siempre fue un error habiendo tantas personas por conocer, o que nos esperan en cualquier parte.

No lo sé. Tal vez así sea. Pero tampoco me arrepiento. Escrito esto y aprovechando la ocasión, ojalá sigamos así muchos más años. Lo que dejamos de vivir es especulatorio y lo que hemos vivido no tiene desperdicio. Y por si a alguien le sirve la pócima, no tiene secretos misteriosos, sólo respeto, tolerancia y generosidad hasta sus últimos límites; es decir, la cesión del ego ante las consecuencias del conflicto, daños colaterales que pueden no ser controlados y se van, semitransparentemente, entre los dedos de las manos.

Alguien cercano me hace saber que este blog parece un diario. Y es que lo es. Cuento emociones, alegrías, tristezas, esperanzas y desolaciones. Escribo lo que siento y transmito episodios del alma, o eso pretendo. Pero puede que sean, y esa es la ilusión, crónicas de sentimientos compartidos.

Puede que el tema musical suene a rancio, a viejo. No deja de ser una música de la época que nos tocó descubrir, y llorar, y esperar. Formó, un poco, parte de nuestras vidas, de esa vidas que construyeron los inicios, los inicios torpes de quienes algo empiezan. Y por nostalgia, respeto y recuerdos imborrables la pongo en escena. Ahí suena.

Música sugerida: TERESA. José y Manuel

lunes, 23 de agosto de 2010

EXCUSAS PERFECTAS; Y ESTÚPIDAS

En una de esas noches veraniegas, donde cuesta conciliar el sueño por muchas razones, en las que pasas unos días fuera de casa, uno se lleva a veces sorpresas desagradables. Del sentido común colectivo cada vez espero menos cosas, de la irrespetuosa intolerancia me lo creo todo.

Cuando por fin me abrazo al sueño, sin apretarlo profundamente, nos despiertan unas vozarronas, para nada angelicales, que provienen de unos vecinos nuevos del apartamento de arriba. Que se sientan exultantes por gozar de su primera noche de vacaciones me parece lógico; que estén alterados de alegría porque por fin llegaron a su apartamento tras horas de viaje me parece razonable. Pero hay tantas maneras de estar alguien contento sin molestar...

Pues no. Estos franceses (podrían haberlo sido de cualquier otro lugar) vocearon desde el balcón su excitación para que todo el vecindario supiéramos, en hora exacta, que habían llegado. Tras una hora de indignación silenciosa la cosa se calmó y, finalmente, todo el mundo pudo dormir.

A los cuatro días y a las cuatro de la madrugada nos vuelve a despertar a la comunidad veraneante otra estupidez; en este caso eran españoles que se iban de marcha. El volumen del audio del coche estaba a toda máquina con música de discoteca y a su ritmo acelerado le acompasaban los ocupantes del vehículo.

Salimos varios vecinos al balcón a testificar la imprudencia, por la inoportunidad del momento. Se llama la atención a los desvergonzados zombies de que no son horas. Se les invita a que apaguen el CD y se larguen de allí, o se acuesten.

Al intrépido conductor no se le ocurre otra cosa para su defensa manifestar que hacía cuatro días que los franceses no le dejaron dormir.

Traduciendo el mensaje deduzco que si unos joroban la noche al personal porque son estúpidos, otros, y en venganza, pueden hacer lo mismo; ignorando por completo que a quienes joden de verdad es a la mayoría inocente, es decir, la silenciosa.

Hay un dicho universal que dice: "no quieras para los demás lo que no desees para tí". Este principio tan básico y fundamental todavía es desconocido, por lo visto, para una masa inculta, que se multiplica como una esperpéntica epidemia.

Porque muchas veces las excusas perfectas resultan perfectas estupideces. Dicho de otra forma: la misma historia de siempre.

Música sugerida: LA MEMÈ HISTOIRE. Feist

jueves, 19 de agosto de 2010

RETAZOS DEL REGRESO

No creáis que he estado todo este tiempo en los limbos del desperezo y el bostezo. Regresé hace ya unos días y me hubiese gustado actualizar esta ventana intimista y universal. Simplemente no pude.

Las vacaciones muy bien. Siempre lo son porque son eso, vacaciones, y vaya uno donde vaya desconecta lo suficiente. Me he sumergido en olas frías, he sido acariciado por la lluvia, calentado por el sol y sacudido por la tramontana. Kilómetros de coche, caminatas a pie, madrugones para no perder el tiempo y degustaciones gastronómicas. Es eso lo que se busca siempre aunque no siempre se encuentre.

Pero fue volver y comenzó la incertidumbre, pues ese trocito de corazón, residente durante seis meses en Buenos Aires, perdió su vuelo de regreso por asuntos burocráticos. Y ahí empezó el desasosiego, la zozobra y la impaciencia.

Y a partir de ahí algunas noches de vigilia y de insomnio, invocando aclaramientos y soluciones. Y por fin, ahora que parece se resuelve todo, me vuelve a invadir la tranquilidad y la confianza.

Mientras tanto he departido, con ese hombre sabio y viejo de tan buena relación familiar, los surcos de la tierra, los huertos caprichosos y los frutos bendecidos por el agua y el sol. Con la misma paciencia infinita que él, he rescatado de la tierra esas patatas nuevas que saben a gloria, esos rojos tomates ácidos y dulces, esos pimientos blancos que se deshacen en la boca, esas cebollas que dan vida a la ensalada y esos pepinos, aún terregosos, que serán cubiertos por el celestial aceite de oliva.

Esa misma ternura de extraer de la tierra lo que comeré después, esa concentración mágica en cada estiramiento de riñón, esa gota de sudor tan complaciente y generosa, me acompañan y me ahuyentan los nervios y las penas.

Necesito ver y abrazar a la que pronto regresa. Y necesitaba entrar de nuevo en el blog para contarlo. Nada más. Tan sencillo y simple como la tierra que se cae, como racimos, de entre las manos o como los surcos de los bancales, tan profundos como el mapa tan gastado en el rostro de ese hombre, tan sabio y familiar, que me acompaña.

Bendita ensalada y feliz vuelo.

Música sugerida: MADNESS. Marlango

miércoles, 4 de agosto de 2010

AUSENCIA VACACIONAL

Cuando en octubre del año pasado mi hija Marta me preparó el blog, algo que yo ignoraba realizar completamente, me dijo: "Hale, escribe, cuenta, este espacio es tuyo", y yo lo tomé como un reto. Porque escribir siempre me gustó, pero bien es cierto que la mayoría de los manuscritos acababan en la papelera. ¿A quién le iba a importar lo que yo escribiera o dejara de contar?

En cierto modo supuso para mí un mayor grado de responsabilidad, pues representa asomarme por esta ventana con cierta asiduidad y transmitir sentimientos, emociones, sueños...

Y desde octubre aquí estoy, intentando ser fiel con quien quiera compartir conmigo esos mismos sueños o de algún modo se identifique con determinadas reflexiones. Aquí estoy y espero seguir. Y he de confesar que es para mí un auténtico placer que alguien, desde el otro lado y a saber desde dónde, me anime, me aliente, me cobije en sus propios sueños. Por eso espero seguir.

Pero abandono este habitáculo informático durante unos días. Me retiro con los míos para disfrutarlos y para vivirlos, que uno ya se desespera un poco de no alcanzar nunca ese privilegio que son los trozos de tiempo en familia.

Volveré en unos días y confío en que podamos seguir compartiendo ternuras del corazón y rebeldes avispamientos.

Sólo me queda, mientras tanto, hacer pública y patente mi gratitud a todos vosotr@s por estar ahí, tan lejos y tan cerca, compartiendo o disintiendo mis textos salidos del alma.

Cuelgo, como tema musical que acompañe, a unos casi completos desconocidos, lejos de la fama comercial y de aforos multitudinarios. Son buenos ellos y propongo la escucha de una célebre pieza de Quenn.

Recibir un beso, de esos de los grandes.

domingo, 1 de agosto de 2010

LOS VALORES PERDIDOS

Desde hace un tiempo a esta parte se impone la mentira, el triunfo a cualquier precio, el enriquecimiento con saña, la estupidez salpicada de ignorancia, la frivolidad y la tontería.

A quienes viven, sienten y sueñan con esto no les preguntes nunca quién era Saramago, pues su confusión les dejará mudos; no interrogarles jamás sobre Vicente Ferrer, lo mismo contestan que era un domador; no se os ocurra nombrar a Julio Cortázar, pensarán que era un banquero; no acosarles con los acuerdos de Kyoto, creerán que es un ministro japonés; no preguntarles sobre la ablación o la lapidación, no sea que estén convencidos que son oraciones en las lápidas del cementerio.

¡Qué triste y desolador me resulta todo esto! La honradez, la honestidad, el compañerismo y la generosidad desinteresada no tienen cabida en esta sociedad y cada vez tienen menos futuro. Amig@s del blog, creo que nos tildan de marcianos, anticuados, románticos, utópicos y soñadores, y ya se sabe, los sueños no dan de comer. Pero no pienso perder la esperanza. Hoy, más que nunca, hay que rescatar esos valores perdidos en los olvidos.

Tardé años en comprender las palabras de mi padre cuando era yo un niño. Su sabia simpleza todavía me reconforta, porque me hablaba de nobleza, no la aristocrática, de no meter la mano nunca en aquello que no fuese mío, tan sólo si fuese necesario para comer, decir la verdad siempre, aunque duela, y que el engaño es siempre traición y la sinceridad nos hace más fuertes.

El respeto, lo primero; ser educado, obligatorio; la crítica, con argumentos; la negación, con alternativas; el abrazo, sin condiciones; la lealtad, aconsejable y la amistad, un regalo que no hay que perder.

Me acuerdo de sus consejos. Ahora sé que aquellas palabras, cosas sagradas y pequeñas, guardaban un enorme tesoro. Aún me acuerdo. Y por eso sé que hay que recuperar esos valores perdidos. Recuperarlos, blindarlos y extenderlos como una bendita y solidaria epidemia.

¡Qué cosas más pequeñas son esos valores!, que de tan pequeños y sencillos, que de tan mágicos y esperanzadores, se pierden por los caminos.

Música sugerida: COISAS PEQUENAS. Madredeus

miércoles, 28 de julio de 2010

ESCAPADA

En alguna ocasión viene bien una escapada para respirar aires frescos y renovados. Eso es lo que he realizado hoy, como una pequeña conquista. Una escapada al mar con un ramillete de amigos. Colocar las sombrillas, untarnos con la crema protectora, zambullirse bajo las olas interminables, pasear descalzos por la orilla, conversar sobre cualquier cosa y todas las cosas y empaparnos de tiernas miradas, esas mismas de siempre que crecieron y se forjaron con los años.

El rugido del mar, su relajante movimiento, su azul hipnotizador, su inmensidad que nos convierte en la más absoluta simpleza, la puesta de sol en ese inalcanzable horizonte, la sal, la arena, la compañía y la noche.

Qué bien sienta, de vez en cuando, una escapada así de linda y relajante, más ignorando cuándo será la siguiente excursión y si estaremos los mismos o serán otros los acompañantes. Me pregunto por qué me maravilla una salida así cuando el mar no se mueve de su sitio, está a una hora de camino y sigue azotando y humedeciendo los mismos litorales desde hace miles de años.

Es cierto, el mar sigue oleando las mismas costas mucho antes de nuestras existencias, pero nosotros, ¡ay qué pequeños y frágiles! somos los que nunca estamos del todo quietos, ni relajados, ni tranquilos.

Me gustan estas escapadas. Porque siento que, por un instante, soy dueño del mar al abrazarlo, que ese momento me pertenece aunque el chapuzón dure un minuto, que soy feliz como un niño entre su espuma rompedora y que mi piel agradece su fuerza y su misterio.

Pero todo esto que cuento resulta más tranquilizador y hermoso cuando lo comparto con esos amig@s del tiempo que rezuman tantas y tan tiernas miradas, que crecieron y se forjaron, felizmente, con el paso de tantos años.

Música sugerida: PURE JOY. Russel Walder