miércoles, 4 de noviembre de 2009

LOS BESOS

Dicen que un beso, en la boca, es una transmisión de microbios; más ahora y después de reactualizar el texto, parece que da repelús con el tema de la gripe A. Tampoco sería conveniente con el virus de toda la vida, ese que nombran como estacional. Y también aparco esos besos de obligado cumplimiento, maniatados por un convencional protocolo y que resultan más sonoros que intensos: muah, muah..., de éstos ya me ocuparé en otro comentario.
Me refiero a los besos que, mudos, hablan de amor. También el dicho popular comenta que la española besa de verdad y, además, que no se lo dan a cualquiera. Se dicen muchas cosas sobre el beso. Y en ocasiones abundan más los frívolos y teatreros que los que siempre hemos pensado que son de verdad.
En todo caso, un beso, con el alma encendida y sincera, es siempre el telón de una despedida, el saludo de un encuentro. Un simple pero auténtico beso puede reconciliar posturas, acabar con una discusión, tender sentimientos; siempre que sea compartido. Un beso invita. Puede ser el preámbulo del amor, la antesala del abrazo. Un beso bien ofrecido es una esperanza, bien recibido un regalo, y si es compartido un paréntesis en ese loco caminar del tiempo.
Y mejor que un beso de amor, lo es ese beso interminable.
Texto de Los Secretos de la Noche
Autor: Juan José Torres
Música sugerida: (JUST LIKE) STARKING OVER. Jhon Lennon

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